El origen del movimiento surgió en Estados Unidos como una subcultura de internet formada por mujeres que «muestran y comercializan la heteronormatividad tradicional mediante la promoción de un orden relativamente restrictivo y jerárquico de género», explican Sophia Syker y Veronica Hopner, autoras de un estudio publicado en La Red Global sobre Extremismo y Tecnología (GNET) sobre el tema. Además, explican que el fenómeno suele asociarse con unas creencias centradas en el hogar, es decir, educación desde la familia, partos en casa y vida en la granja.
@ballerinafarm
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En algunos casos, como Estee Williams, estas mujeres imitan la estética de las amas de casa de los años 50 y 60 al estilo pin-up. Mientras que, otras, como Ballerina Farm, prefieren mostrar un estilismo más sobrio con tejidos naturales y ropa modesta, dado que se alinean con un conservadurismo cristiano. En España, la joven RoRo Bueno es la primera en ser categorizada con esta etiqueta. La influencer acumula millones de visualizaciones en sus vídeos de TikTok donde enseña lo que cocina a diario para su novio Pablo.
«Este contenido en redes atrae todo tipo de miradas, porque genera sorpresa. Por lo que, no se centra en un público que busca la idea de familia tradicional», explica Patri Bárcena, especialista en redes sociales, marketing de influencer y tendencias tech. Aun así, matiza que hay dos tipos de creadoras de contenido que se presentan como tradwife: «Tendríamos que distinguir entre las que lo hacen por ideología, porque creen que es así como se debe vivir; y las que los hacen a modo de entretenimiento, motivadas por un romanticismo o añoranza al pasado».
Este tipo de vídeos se vuelven virales porque muchos los consideran un retroceso en el papel de la mujer en la sociedad. Sin embargo, «debemos ser conscientes de que, en la mayoría de casos, o al menos en algunos, como el de RoRo, se trata de ficción», aclara la especialista en redes sociales. Además, se trata de un contenido producido, con un guion, en el que la persona interpreta este papel; en definitiva, es una forma más de entretenimiento. «Aun así, tenemos que tener en cuenta que en las redes sociales hay todo tipo de espectadores. Por lo tanto, los más jóvenes o vulnerables no siempre tienen el criterio necesario para diferenciar entre la realidad y el storytelling», añade.
Bárcena considera que, en la actualidad, los fenómenos inusuales captan más la atención. No obstante, explica que hacerse viral, no es sinónimo de ser bueno. «En el caso de Roro, ha conseguido atraer a una gran audiencia, ya sea por su contenido de entretenimiento o por su efecto meme. Ahora, la influencer se está profesionalizando, cuenta con una agencia de representación y monetiza parte de su contenido a través de colaboraciones con las marcas». La experta enfatiza la importancia de consumir las redes sociales con criterio y no darle más valor de lo que tienen.
4 comentarios
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Deberían prohibir la mierda esa de tik tok, la gente ya no tiene criterio propio, todo es un postureo y miles de personas siguiendo a cualquiera que haga un video.... Vaya mierda de mundo
No hi ha temps que no torni.
Todo es un paripe que le ha salido bien a esta señorita, de hecho ni siquiera habla así en su día a día, todo postureo que le reporta beneficios.
Resulta muy trasgresor que una mujer muestre cariño, respeto y admiración, así como hacer cosas por su pareja hombre en este mundo tan feminista que nos ha acostumbrado a discriminar, despreciar y criminalizar al hombre.