La marca de promoción turística Passion for Palma de Mallorca ha elaborado una refrescante ruta por las distintas heladerías de Palma: un recorrido que propone cinco hitos donde detenerse a saborear algunos de los mejores helados de la isla.
Can Joan de s'Aigo
El establecimiento, una empresa familiar mallorquina, es el más antiguo de la ciudad de este tipo, lo que ha generado un fuerte vínculo entre el local y las personas, ya sean ciudadanos o visitantes. Fue fundado en el año 1700 y a día de hoy cuenta con tres sucursales en la capital balear en las que ofrecen diversos tipos de productos, todos ellos elaborados artesanalmente.
Se trata de un entorno clásico perfecto (el de calle Sanç cuenta con todos los detalles del local durante su inauguración) para disfrutar de helados tan mallorquines como el de almendra, o los famosos de avellana o fresa, entre otros sabores. Se pueden acompañar con gató, quartos, ensaimada y pastas caseras o su también famoso chocolate caliente.
Gelateria Can Miquel
Nacida en 1979, se caracterizó en sus inicios por aunar tienda y fábrica en el mismo lugar. Helados cien por cien artesanales preparados con leche fresca de granja y frutas locales, como los higos chumbos o los de variedad cuello de dama. Su paleta de sabores abarca desde la menta, el romero o la albahaca infusionadas hasta el caqui, la granada, la rosa de Alejandría o sus infinitas variedades de chocolate.
Más de 100 sabores entre los que destacan originales propuestas como el helado de trempó, el de crema de gambas de Sóller, olivas partidas, salmón ahumado, esclata-sangs (níscalos) o queso mahonés, una buena forma de poner en valor el sabor de los productos autóctonos.
Gelats Paco
Esta heladería lleva setenta años deleitando a los paladares de palmesanos y visitantes, desde 1950 cuando fue fundada por el matrimonio alicantino formado por Francisco Aznar y Consuelo Domènech.
Este comercio ofrece una carta con más de 50 sabores, algunos de ellos tan originales como el de queso fresco con naranja, el de manzana verde, el de tarta inglesa o el de natillas con ensaimada. Se pueden acompañar con dulces típicos mallorquines como quartos, magdalenas y coca de la padrina.
Iceberg
Es una cadena de heladerías que elabora helados naturales con leche y cremas frescas procedentes de ‘vacas felices' y frutas maduradas al sol. Su máxima en la preparación de los productos es la excelencia. Palma cuenta con varios locales de esta cadena de heladerías.
Ha sido galardonada en importantes certámenes heladeros y concursos nacionales, como el Gelato World Tour del año 2014. Además, su maestro heladero, Carlos Enríquez, figura en el ránking mundial de heladeros artesanos y ocupó la plaza 47 a nivel mundial y a nivel nacional la número dos.
Rivareno
Por último, Rivareno es una heladería de esencia italiana que se hace llamar ‘El laboratorio del gelato italiano' donde elaboran sus helados con un porcentaje superior al 55 % en frutas, con una gran cremosidad e intensidad.
Ofrece variedades como la panna cota, coco con virutas de dulce y fresco coco de Sri Lanka, azafrán con sésamo o la especialidad de la casa, el Cremino Rivareno, que une chocolate blanco, avellana y nata intercalando capas de crema de gianduia (pasta de chocolate con avellanas).
Esta es solo una muestra de la amplía oferta gastronómica que ofrece Mallorca.