Interior de un local de tapas. | Life of Pix

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España es famosa por su cultura de tapas, esas pequeñas porciones de comida que acompañan una bebida y que permiten degustar una gran variedad de sabores en una sola salida. Aunque en todo el país se pueden encontrar excelentes opciones, hay una calle que destaca como la mejor para irse de tapas: la calle Laurel en Logroño.

Ubicada en el corazón de la capital de La Rioja, la calle Laurel es un verdadero paraíso para los amantes de las tapas. Esta calle peatonal, que apenas supera los 200 metros de longitud, concentra más de 60 bares y tabernas, cada uno especializado en una tapa diferente. Aquí, la tradición y la innovación se dan la mano, ofreciendo tanto recetas clásicas como creaciones modernas que sorprenden al paladar.

Uno de los grandes atractivos de la calle Laurel es la diversidad de su oferta. Puedes empezar tu ruta con un «matrimonio», una tapa que combina boquerones en vinagre con anchoas en salazón, un clásico que representa la esencia de la cocina española. Luego, puedes probar un pincho moruno, una brocheta de carne especiada, o una «zapatilla», una deliciosa rebanada de pan con jamón ibérico y tomate.

Pero la experiencia en la calle Laurel no se limita solo a la comida. El ambiente festivo y acogedor es parte fundamental del encanto de esta calle. Los bares suelen estar llenos de locales y turistas que disfrutan de la comida, el vino y la conversación en un entorno animado y vibrante. Además, al estar en La Rioja, la calidad de los vinos que acompañan las tapas es excepcional, con la posibilidad de disfrutar de algunos de los mejores tintos de la región.

La costumbre en la calle Laurel es ir de un bar a otro, probando una tapa en cada lugar, lo que permite descubrir una increíble variedad de sabores en una sola noche. Esta experiencia, conocida como «tapear» o «picar», es una de las más auténticas que se pueden vivir en España, y la calle Laurel es, sin duda, el mejor lugar para disfrutarla.

Por su combinación de tradición, calidad y ambiente, este lugar de Logroño se alza como la mejor calle de España para irse de tapas, un destino imprescindible para cualquier amante de la buena comida y el buen vino.