Buen rock en inglés y miles de momentos personales de gloria reflejados en los grafittis de sus paredes convierten al Atlántico en un bar único. | M. À. Cañellas
En un época en la que la silueta de los barcos de guerra americanos eran algo normal en la bahía de Palma, abrió sus puertas Texas Jack, lugar en el que los marines saciaban su sed de diversión.
Ya hace unos 10 años este mítico local reabrió, rebautizado con el nombre de Atlántico café, ofreciéndonos desde entonces sus mejores cócteles, cervezas y licores.
Con una decoración en la que se acumulan sus años de vida, en este bar encontraremos gentes de todas la edades y de todos los países; tú también podrás inmortalizar tu momento vivido en las paredes a modo de graffiti, y cómo no, escuchar buena música.