1 de 5 | Lo divino cuenta con una amplia carta de vinos, su especialidad. | M. À. Cañellas
2 de 5 | Los vinos se pueden degustar junto a un surtido de tapas. | M. À. Cañellas
3 de 5 | Portal de acceso a la vinoteca Lo divino. | M. À. Cañellas
4 de 5 | Lo divino ofrece la recreación de un estilo íntimo y acogedor. | M. À. Cañellas
5 de 5 | La decoración de Lo divino es una parte esencial del encanto del lugar. | M. À. Cañellas
«Lo divino no es una tienda de vinos, no es una bodega... Es un lugar atemporal e intimista. Es un sentimiento donde el vino y el jazz se funden para el deleite más profundo del visitante». Esta es la frase que encontramos en la carta de este interesante lugar y también es la mejor manera para definirlo.
De entre sus tintos destacar 'El lagar de Isilla' (Ribera del Duero), Finca Biniagual (Binissalem) o Doscientos monges (Rioja), y de entre sus blancos Jose pariente verdejo (Rueda) o Paco & Lola (Albariño), también encontramos algunos rosados y una pequeña pero exquisita selección de cavas y moscateles. Su variedad de tapas es tan cuidada como la selección de sus vinos, aquí podremos degustar jamón ibérico, cecina, tabla de ibéricos, queso curado en aceite, tortillas variadas, ternera asada con cebolla, lomo en aceite o bacalao con tomate.