Una ambientación a lo cabaret de los años 20 envuelven a este café en una atmósfera seductora. | M. À. Cañellas
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Adentrarnos en el Idem será sentirnos más cerca del pecado infernal. Y es que nada más entrar encontraremos una fuente de manzanas que nos invitará a eso, a pecar.
Con una escenificación de lo más cuidada que nos evoca los viejos cabarets de los años 20, aquí, a parte de una buena variedad de cócteles, también encontraremos algo para picar a horas intempestivas, ya que no cierran su cocina.
Con un ambiente de lo más variado y una selección musical donde predomina el deep house, es un buen lugar para tomarte algo envuelto en un mundo de fantasía, algo picará...
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