Imagen del Balears-Mallorca B de la primera vuelta. | JOAN LLADO

TW
11

Todavía quedan seis días, pero las calderas del derbi del próximo domingo entre el Mallorca B y el Atlètic Balears ya están en plena ebullición. El club blanquiazul ha sugerido, a través de su presidente Fernando Crespí, jugar el encuentro de máxima rivalidad en el estadio de Son Moix -el primer equipo recibe el sábado al Zaragoza-, pero la entidad bermellona lo descarta y mantiene la hora y el lugar fijado inicialmente: Ciudad Deportiva Antonio Asensio, 12.00 horas.

Al parecer, el Mallorca esgrime razones deportivas para no cambiar el escenario del partido, una decisión adoptada ayer durante la reunión del consejo de administración. El filial se encuentra con casi los dos pies en Tercera División -está a 8 puntos de la liguilla de permanencia y a 9 de la salvación, que marca precisamente su eterno rival- y se aferra al choque del domingo como la última oportunidad para seguir confiando en el milagro. Además, la mayoría de los integrantes del equipo nodriza, según señalan, no han jugado en Son Moix y están más habituados a las dimensiones de la Ciudad Deportiva. Consideran, por lo tanto, que jugar en el Iberostar Estadi podría ser más perjudicial que beneficioso para sus intereses.

Esta es la primera chispa de un duelo de alto voltaje que podría vivir un nuevo capítulo durante la jornada de hoy. En las próximas horas se celebrará una reunión con los miembros de seguridad para determinar la ubicación de los seguidores blanquiazules que puedan acercarse hasta Son Bibiloni y el cupo de entradas que el Mallorca facilitará, en principio, a su adversario.

Con una capacidad de apenas 1.700 espectadores, el club balear se aferra a su volumen de abonados (cerca de 14.000) para poner a la venta el mínimo de localidades y a un precio elevado. El Balears, por ejemplo, fijó las entradas a 15 euros en el encuentro de la primera vuelta, al que acudieron un centenar de mallorquinistas. El club de la vía de cintura todavía no se ha dirigido al club balear para solicitar ningún número de entradas y se encuentra a la espera de las localidades que le facilite la entidad que preside Jaume Cladera. «Jugaremos donde nos digan ellos, sólo sugerimos Son Moix para que acudan el mayor número de aficionados posibles», señaló ayer Fernando Crespí. El derbi se calienta.