El técnico argentino no ha podido sentarse en el banquillo al estar sancionado. | Miguel Ángel Borrás

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El Atlético Baleares ha sufrido este domingo el enésimo varapalo de la temporada. Un encuentro que dominaba en el 87 ha acabado cediendo 1-2 en el descuento ante un Cornellà liderado por Enric Gallego, el pichichi del grupo. El técnico blanquiazul ha sido muy claro en rueda de prensa. «Esto es lo que tiene de injusto el fútbol. Mis jugadores lo dieron todo y merecieron el triunfo y nos vamos a casa sin nada».

A pesar del golpe, el entrenador argentino ya mira hacia adelante. «Mañana pensaremos ya en el Ebro, tenemos que levantar la cabeza. Si repetimos lo que hemos visto hoy llegarán los resultados», ha subrayado.