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REGAL BARCELONA 68
REAL MADRID 61

REGAL BARCELONA (19+18+14+17: Ricky Rubio (7), Navarro (11), Mickeal (18), N'Dong (14), Lorbek (6) -cinco inicial-, Lakovic (-), Fran Vázquez (5), Grimau (-), Basile (6), Morris (0), Sada (0) y Trias (1).
REAL MADRID (17+19+15+10): Prigioni (2), Kaukenas (4), Jaric (7), Garbajosa (8), Tomic (6) -cinco inicial-, Reyes (8), Llull (9), Hansen (3), Lavrinovic (14) y Bullock (0).
Àrbitros: Bachar (USR), Belosevic (SRB) y Viator (FRA). Sin eliminados.
El talento de Pete Mickeal, que anotó ocho puntos consecutivos en la recta final del partido, resultó determinante para que el Regal FC Barcelona se anotara la primera victoria de la serie de cuartos ante el Real Madrid (68-61) en un partido muy táctico y que el equipo blanco llevó a su terreno.
Con 57-60 en el tanteador y a 6:11 para el final apareció Mickeal. El Barça, colapsado en ataque, sin recursos, no encontró soluciones hasta que el estadounidense, bien secundado en el rebote por el senegalés Boniface Ndong, acertó dos triples de forma consecutiva y una canasta de dos que despejó el negro panorama para los locales.
Hasta entonces, el Real Madrid había controlado el juego. Asfixió al Barça en defensa, controló el rebote, impidió segundas oportunidades para los de Xavi Pascual y frenó a las estrellas azulgranas, a todas, menos a Mickeal.
Sin control del rebote y, por ello, sin posibilidad de jugar en transiciones, el Barcelona tuvo muchos problemas para hacer su baloncesto. De hecho, los azulgranas fueron un equipo desconocido durante muchos minutos.
Posesiones controladas y control del rebote permitieron al Real Madrid encontrar el camino para ganar en el Palau, todo ello y los aciertos de Lavrinovic, Marco Jaric y Jorge Garbajosa, estos dos últimos en el primer tiempo.
Lastre
Sin poder correr en ataque, el Barça jugó lastrado. Intentó Ricky Rubio imprimirle ritmo al partido, pero la dura defensa de los de Messina no le dio ni una ventaja a los azulgranas, a pesar del desgaste que le ocasionó en forma de faltas personales cometidas.
Sin embargo, sólo una ventaja del Real Madrid en los primeros 20 minutos (16-17, a 50 segundos del final del primer cuarto), justo cuando los de Pascual parecía que habían encontrado la brecha en el aro contrario (16-11).
Las ventajas fueron mínimas para el Barcelona, como mucho llegaron a los 6 puntos (25-19), pero los errores en el tiro exterior y la falta de contundencia en la pintura permitieron que el Madrid se reenganchara al partido cada vez que los locales se escapaban.
El croata Ante Tomic, a falta de músculo, le dio anotación desde el interior y el Barça vivió de los tiros libres convertidos por Navarro (7/8) y de las recuperaciones y el carácter de Ricky Rubio.
Por ello, al descanso, la ventaja era insignificante para los de Pascual (37-36) y reflejaba exactamente lo ocurrido en el parqué, un partido demasiado táctico, sin ritmo, controlado por el Real Madrid y con un detalle revelador: en los primeros 20 minutos el Barcelona no había capturado ni un sólo rebote en ataque.
Rebote
En el tercer cuarto aún cargó más el rebote ofensivo el equipo de Messina. Apareció Felipe Reyes, que anotó tiros fáciles desde corta distancia, y Pascual revolvió su banquillo en busca de soluciones que no encontraba.
El Madrid contó, además, con la anotación de Lavrinovic, desaparecido hasta entonces, y su equipo obtuvo su máxima diferencia (43-49).
En cuanto el Barça contó con segundas opciones -su primer rebote ofensivo llegó a 2:04 del final del tercer cuarto-, el panorama cambió.
Ndong apareció en la pintura, su equipo firmó un parcial 7-0 y equilibró el partido (50-49), a 10 minutos del final, el duelo estaba como al principio (51-51).
Y cuando el Barça estaba contra las cuerdas (57-60, a 6:11 del final), cuando el todopoderoso equipo azulgrana estaba presto a hincar la rodilla, apareció Mickeal. El estadounidense encestó ocho puntos consecutivos (dos triples y una canasta de dos), el Barcelona apretó en defensa, reboteó mejor y enmendó la plana.
Los azulgranas se pusieron por delante a 3:50 del final y ya no dieron opción. El equipo catalán se aseguró una agónica victoria (68-61), sufriendo más de lo esperado, a pesar del gran rendimiento del Real Madrid que, ni con su mejor versión, pudo impedir la cuarta derrota de la temporada ante los de Xavi Pascual.