El lituano Gediminas Zyle captura un rebote ante la presencia del azulgrana Atoumane Diagne. | Paco Largo

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El Iberostar Palma sigue cayendo en picado. Los de Xavi Sastre volvieron a mostrarse endebles en defensa y poco efectivos en ataque para sumar su quinta derrota consecutiva y la sexta en ocho jornadas (2-6) para caer de forma clara en la pista de un Barça B que coge impulso a costa de los mallorquines (69-53).

La crisis de juego y mentalidad parece haberse instalado en el vestuario de un Iberostar Palma que el próximo domingo afronta una final en la pista del Araberri, donde la victoria ya es algo más que una necesidad.
Mal empezaron las cosas para el conjunto de Son Moix, que con un parcial de 7-0 en contra iniciaba un partido que iba a tener un desenlace fatal. Tras ese bajón, Zyle cogió el mando en el rebote y los jugadores isleños empezaron a ver canasta con facilidad, cerrándose el primer cuarto con igualad en el marcador (16-16).

Bajón
Pero los problemas llegaron en el segundo cuarto, prorrogándose tras el paso por los vestuarios. El Barça corría y hacía dañoal Iberostar Palma, que enseguida se vio por debajo en el marcador (23-16). Sastre pedía tiempo muerto y Medori se convirtió, entonces, en el referente del cuadro balear, que recuperaba parte del terreno perdido, aunque despertó de nuevo el conjunto de Julbe para alcanzar el ecuador del partido con un colchón importante en el electrónico (37-26).

Tocaba despertar, pero el tercer cuarto no hizo más que agravar la situación del Palma, que se quedaba sin tiempo. Sin acierto en ataque y perdido, el Iberostar se veía 19 abajo (47-28). De nuevo Sastre debía pedir tiempo muerto para detener la hemorragia isleña, que permitía al Barça iniciar el cuarto decisivo quince arriba (50-35).

Tenía cada vez menos tiempo el Iberostar Palma. Un triple de Mockford daba buenas vibraciones, que duraron poco, pues el Barça B agrandaba hasta los dieciocho puntos en hueco (56-38). La precipitación balear y la ansiedad se pusieron en contra de los isleños (66-43) que maquillaron una derrota que duelve e invita a reflexionar.