De principio a fin, el choque fue un duelo intenso y de alto voltaje entre dos rivales que se alternaron el dominio en el marcador y que no se decidió hasta los últimos segundos. Tras tres derrotas consecutivas, el conjunto catalán al fin pudo llevarse el triunfo del WiZink Center.
La salida de ambos equipos fue fulgurante, sin concesiones y con todos sus jugadores enchufados ante el aro rival, aunque fue Luka Doncic, con ocho puntos en seis minutos y dos triples sin fallo, quien se encargó de abrir las primeras brechas en el marcador (17-12, min 6.30).
Llegó entonces una mejoría en el juego azulgrana que coincidió con un parón en la producción ofensiva blanca, lo que volvió a apretar un partido eléctrico cuyo primer cuarto concluyó con ligera ventaja local (19-18, min 10).
Un triple de Pierre Oriola devolvió, muchos minutos después, la ventaja a los de Sito Alonso tras completar un parcial de 4-11. Ante Tomic empezaba a hacer daño bajo los aros, superando al debutante Walter Tavares, hasta que un tapón estratosférico de Rudy Fernández y el triple posterior de Trey Thompkins despertaron a los locales y devolvieron las tablas al clásico (31-31, min 16).
Ninguno de los eternos rivales lograba despegarse y el dominio siguió siendo alterno hasta el descanso, con Doncic y Seraphin como principales argumentos de sus respectivos equipos y máxima igualdad en el rebote -18 cada equipo- y en el resultado (45-45, min 20).
De los vestuarios salieron más entonados los azulgranas y más espeso en ataque el equipo de Pablo Laso, lo que permitió el control del juego a un conjunto catalán que fue por delante casi todo el tercer periodo, aunque con mínimas rentas que no superaron los seis puntos.
A ello contribuyó un letal Adrien Moerman, el jugador más inspirado en esta fase del partido desde todas las posiciones y que sumó una decena de puntos en otros tantos minutos aunque, en un acelerón final, el Real Madrid fue capaz de igualar el choque sobre la bocina con un mate de Tavares (61-61, min 30).
El intercambio de golpes continuó en un último cuarto que mantuvo el guión y la intensidad de los anteriores y la misma tónica en el marcador, con el Barça ganando a los puntos y el Madrid enganchándose al partido una y otra vez (70-70, min 35).
Como se preveía, el final fue de infarto. Heurtel subió el 78-81 al marcador con 9.8 segundos por jugar y el Real Madrid desperdició su último ataque regalando el balón a un rival que supo culminar su gran actuación con un triunfo de prestigio en el primer clásico de la temporada.
80 - Real Madrid (19+26+16+19): Campazzo (6), Doncic (20), Causeur (8), Randolph (4) y Reyes (8) -cinco titular-, Carroll (7), Randle (2), Thompkins (7), Tavares (4), Fernández (10) y Taylor (4).
84 - Barcelona Lassa (18+27+16+23): Heurtel (6), Sanders (), Hanga (6), Moerman (19), Seraphin (15) -cinco inicial-, Ribas (9), Pressey (-), Oriola (3), Sanders (13), Koponen (-), Navarro (6) y Tomic (7).
Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Óscar Perea y Martín Caballero. Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la octava jornada de la Liga Endesa disputado en el WiZink Center de Madrid ante 12.114 espectadores.
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