La expulsión histórica de James no impidió que los Cavaliers ganasen 108-97 a los Heat de Miami y consiguiesen el noveno triunfo consecutivo, la mejor racha ganadora que hay actualmente en la NBA.
Precisamente, antes de ser expulsado James había conseguido ya un doble-doble de 21 puntos, incluidos 16 en la primera parte, 12 rebotes, seis asistencias y cinco recuperaciones de balón, que lo dejaron como segundo máximo encestador.
El mejor fue el ala-pívot Kevin Love que consiguió 38 puntos, dos menos que su mejor marca como profesional, que logró el 23 de noviembre del 2016 ante los Trail Blazers de Portland, cuando en la primera parte anotó 34.
Esta vez, Love llegó a los 32 al anotar 10 de 14 tiros de campo, incluidos 22 en los primeros 11 minutos.
Los Cavaliers (14-7), a pesar de haber jugado la noche anterior en Filadelfia, donde ganaron con facilidad por 91-113, decidieron el partido en la primera mitad con un parcial de 75-49.
Luego la historia de partido fue la expulsión de James que se dio a falta de 1:59 minutos para el final del tercer periodo del partido número 1.082 que disputaba como profesional.
Después de no poder concluir una entrada a canasta, James se quejó con el árbitro Kane Fitzgerald, alegando que el ala-pívot de los Heat, James Johnson, le cometió falta durante esa jugada.
Como consecuencia Fitzgerald dio a James dos faltas técnicas, lo que le costó tener que dejar el campo con expulsión automática del partido.
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