Félix Alonso, durante un partido de la presente temporada. | Miguel Ángel Borrás

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Será la enésima final. Como cada uno de los partidos que quedan para el cierre de la temporada regular en la LEB Oro. Ya sí que no vale otra cosa que ganar, aunque el Iberostar Palma recibe en Son Moix a uno de los favoritos para pelear por el ascenso, que además atraviesa por su mejor momento del curso.

El Melilla de Alejandro Alcoba visita el Palau (18 horas) con la intención de prolongar su dinámica ganadora a costa de los isleños, que llegan tras sufrir otra dolorosa derrota en la recta final del partido ante el Cáceres, y ya acuciados por las urgencias de huir de un descenso al que cayeron al cierre de la pasada jornada. «Hay que mantener la calma», reclama Alonso, que volverá a tener la baja del lesionado Joan Tomàs, aunque espera recuperar a Javier Medori, al que un esguince de tobillo privó de minutos en Cáceres.

«Es una situación complicada, es frustrante ver cómo vas perdiendo los partidos que normalmente ganas porque vas por delante en el marcador», lamenta Roger Fornas, uno de los pilares del Iberostar, un equipo que, para su técnico, «va por la línea correcta, aunque no estamos donde todos nos pensábamos».

Catorce victorias adornan el casillero del Melilla, por las seis de un Iberostar que, desde la llegada de Félix Alonso a Son Moix, apenas ha sumado una victoria (Valladolid) en cinco partidos, cayendo en todos los demás partidos por un máximo de cuatro puntos.

El poderío interior de Fran Guerra o Mamadou Samb, el talento de Dani Rodríguez y la experiencia del mallorquín Miki Servera o los ex del Palma Javi Lucas y Edu Durán son los argumentos que justifican la peligrosidad de un Melilla que examina de nuevo al Palma en Son Moix, donde todavía no sabe lo que es ganar en 2018.