El Iberostar llegó tarde, una vez más, y desaprovechó una ocasión de oro para dar un paso al frente hacia una permanencia que se complica un poco más para los mallorquines. El equipo de Félix Alonso pagó un mal arranque ante un Oviedo que no desaprovechó la ocasión para salir de Son Moix victorioso (76-84) y dejar un poco más en el aire el futuro de un equipo que tiene dos jornadas para evitar el desastre. El próximo viernes, ante el Ourense, solo vale ganar para llegar con plenas opciones al cierre del curso regular, en el Palau y frente al Valladolid. Vencer, y no repetir la imagen ofrecida ayer, que recordó por momentos al batacazo frente al Sammic.
La salvación se ha dejado escapar por la vía rápida en Son Moix y tocará sufrir. Más, tras ver anoche a un Iberostar Palma que fue a remolque desde el arranque, ante un Oviedo en el que el potencial de su rotación marcó las diferencias ante los isleños, que echaron en falta la versión más fiable de cara al aro de Carles Bivià y, por fases, se vieron superados por los asturianos. Así, el cierre del primer cuarto, en el que el Oviedo ya abrió brecha (7-20), dejaba un margen importante en el electrónico para los visitantes, que obligaba a apretar para evitar un nuevo y doloroso tropiezo.
Pero la brecha fue creciendo, viendo cada vez más perdido en la pista a un Iberostar que, al tiempo de descanso se veia dieciocho abajo en el electrónico (29-47) y con una misión clara en los restantes veinte minutos: levantar el partido, una nueva final para Félix Alonso y sus hombres para huir de la zona caliente de la clasificación.
Hundimiento
La cosa fue a peor tras el paso por el vestuario. El Oviedo se creció más todavía y alcanzaba rentas sonrojantes a su favor. Se iba el equipo de Carles Marco y dejaban el duelo casi resuelto a su favor. El 33-61, consecuencia de la falta de acierto en ataque de los palmesanos y las facilidades concedidas en defensa, apenas dejaba lugar a las dudas.
Pero no bajó los brazos el Iberostar Palma, que pese a verse con un 48-65 a falta de diez minutos, apretó en el tramo final para reducir, de forma notable, su desventaja hasta poner en apuros a un Oviedo que no se lo podía creer. Se bajó de la barrera de los diez puntos (68-76), e incluso a 1:20 para el final, el Iberostar estaba seis abajo y con posesión, que no aprovechó. Ahí quedó cerrado el partido y se consumó un nuevo revés del Iberostar en Son Moix (76-84), donde se escapó otra ocasión para poner tierra de por medio respecto a algunos de sus rivales y encarar la recta final de la temporada con un margen que se reduce cada vez más.
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