Palmer encarando el aro ante un rival del Ourense. | Iberostar Palma

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Ourense 63-76 Iberostar Palma

Ourense (21+16+14+12): Jhornan Zamora (7), Rozitis (8), Uzas (8), Héctor Manzano (4), Reginald Johnson (16), -cinco inicial- Ahonen (10), Kohs (3), Daniel Trist (3), Moreno (0) y Ndoye (4). 14 de 34 en tiros de dos puntos, 7 de 29 en triples y 14 de 23 en tiros libres. 42 rebotes (26 defensivos y 16 ofensivos) y 16 faltas personales.

Iberostar (23+20+18+15): Rafa Huertas (21), Joan Tomàs (9), Jawara (4), Roger Fornas (11), Lanegger (2), -cinco inicial- Tau Slezas (6), Ben Mockford (6), Carles Bivià (12), Javier Medori (0) y Zyle (6). 19 de 36 en tiros de dos puntos, 10 de 27 en triples y 8 de 10 en tiros libres. 30 rebotes (22 defensivos y 8 ofensivos) y 21 faltas personales.

Árbitros: Uruñuela Uruñuela y Zamora Rodríguez. Sin jugadores eliminados.

Incidencias: Pazo dos Deportes Paco Paz de Ourense. Partido de la jornada 33ª de la Liga LEB Oro. Unos 2.000 espectadores en las gradas vieron el encuentro.

El Iberostar Palma sigue vivo. Este viernes volvió a lograr una victoria vital lejos de Son Moix para llegar a la última jornada de la liga regular con opciones de permanecer en la LEB Oro. Los de Félix Alonso fulminaron al Ourense (63-76), sumando una duodécima victoria que aumenta el colapso en la zona baja de la clasificación. El próximo viernes, ante el Valladolid y en Son Moix, toda la temporada se pondrá en juego en cuarenta minutos. La victoria vale la salvación. Si se pierde, tocará esperar y sacar la calculadora, pero los mallorquines dependen de sí mismos para mantener la categoría.

Este viernes el Iberostar Palma tiró de su mejor versión defensiva, de un enorme Rafa Huertas, valiente y decisivo cuando el balón quemaba, y de dos triples de Ben Mockford que acabaron por sentenciar una victoria grupal, trabajada y cuyo valor creció exponencialmente al final de la jornada. Las derrotas de Clavijo y Lleida les dejan ocupando las dos plazas de descenso, con un triunfo menos que un Iberostar que dio un paso de gigante ante un Ourense al que siempre maniató.