La binissalamera admitía en una rueda de prensa a pie de pista en el Palau d´Esports de Son Moix lo que supone para ella estar aquí, en casa con el combinado nacional. ««He estado muy ilusionada estos días por el hecho de jugar aquí, y el solo hecho de pisar el pabellón ha sido un momento muy especial para mí», señaló Torrens.
Será la primera vez que Torrens juegue ante la afición mallorquina y esto siempre es especial. «Los nervios por estar en casa siguen ahí, pero a medida que pasan los días se juntan con la ilusión de estar en casa, de jugar ante mi gente», sostuvo.
La estancia en la Isla culminará con dos amistosos ante Japón los días 5 y 6 de julio en la capital balear. «Es ell primer paso para preparar el Mundial y es muy importante. Será unos diez días muy importantes que acabarán con los partidos contra un rival duro como son las japonesas. Estoy segura que haremos nuestro trabajo y se aprovechará», destacó la jugadora del Ekaterimburg ruso. Se espera que Son Moix presente en los dos partidos un ambiente espectacular. «Espero que venga mucha gente a los dos partidos a disfrutar con nosotros y que sea un momento para vibrar con el baloncesto», afirmó.
Torrens es consciente de que hay muchas esperanzas depositadas en el combinado nacional, acostumbrado en las últimas grandes citas a cosechar un éxito tras otro. Aun así, la alero de Binissalem prefiere no marcarse ninguna meta de cara a Tenerife 2018. «Ahora tenemos que olvidar las medallas, aparcar los éxitos porque el primer objetivo es llegar listas. Después, ya veremos cómo nos va en el grupo, donde queremos conseguir las tres victorias para quedar primeras», remarcó la mallorquina.
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