Boris Barac intenta superar la defensa de Karamo Jawara. | Pilar Pellicer

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Un nuevo escenario se ha abierto para un B the travel brand Mallorca Palma que alteró su discurso de las últimas jornadas y se permitió la licencia de tumbar a la mejor defensa de la LEB Oro, aliviar su crisis con un triunfo balsámico ante el colíder Delteco Gipuzkoa (71-62) y recuperar la autoestima perdida y el crédito ante un Son Moix que volvió a disfrutar de la versión más solvente del equipo de Félix Alonso, en el que todos sumaron, exhibiendo la imagen coral que le llevó semanas atrás a pelear por las plazas delanteras.

Reorientado el objetivo, tocaba recuperar sensaciones, y aunque el rival asustaba, no se amilanó el cinco balear, liderado por un enorme Chema González. El pívot dejó de lado sus problemas físicos para vaciarse en la pista, reivindicar su cartel y liderar en la pintura a un BTTB que secó a los interiores del equipo vasco, sostenido en el partido por su acierto desde el triple y la clase de Dee, mientras se desangraba en el rebote (51-30 para los isleños).

Salió centrado el equipo de Alonso, sin concesiones atrás y contando con Johan Löfberg para mantener muy vivo el pulso. Murphy y Dee eran el sustento del equipo de Nicola, al que un triple de Sollazzo sobre la bocina le permitió no despegarse al cierre del primer parcial (20-17).

Le penalizó al BTTB su falta de acierto desde más allá de 6’75 (4 de 23 en el total del partido), y con un parcial de 0-9, el Delteco dejaba claro que quería ganar en el Palau y adueñarse en solitario del liderato (22-26).

Cuando regresaban los temores apareció Chema González en pista para adueñarse de la pintura y catapultar a un BTTB que lograba alcanzar el ecuador del duelo con un mínimo margen a su favor (34-31) y exhibiendo una imagen diametralmente opuesta a la que le llevó a escuchar los primeros pitos del curso ante el Cáceres.

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La batuta de Álex Hernández volvió a hacer jugar al equipo y eso se notó. Se complementó con la garra de Quintela y carburó el equipo a su ritmo, a la par que Löfberg, confiado e inspirado, seguía engordando sus números. Un triple del base murciano elevaba a diez puntos la renta (41-31). Las sensaciones eran buenas, el Gipuzkoa no estaba cómodo y el BTTB sufría, sabedor de que era el camino para reivindicarse y repetir el triunfo del Gasca.

Pero no había dicho su última palabra un Delteco que transitaba a rachas por el partido. Otra vez los triples de Dee y Murphy conectaban a los vascos al partido. Del 43-32 se pasó a un peligroso 45-41 en tres minutos.

Cada posesión valía oro. Para el B the travel brand, por la ilusión y la necesidad de reencontrarse con el triunfo un mes y medio después. Y para el Gipuzkoa, con el premio del liderato en el horizonte.

En el intercambio de golpes, la solvencia defensiva del BTTB marcó las diferencias. Resistía el Delteco, pero Stainbrook y Chema González le ganaron la partida a Rozitis, Jawara y compañía. El corazón de Quintela y Joan Tomàs permitieron abrir una brecha con la que cerrar el tercer parcial (53-46). Pero no había dicho su última palabra el equipo de Nicola.

Dee lideró el festival de triples, al que se unieron Motos y Olaizola para darle la vuelta al partido (55-57). Pero un triple de Lindqvist y una lección de pundonor de Chema González levantaron al equipo, que encontró en el talento de Álex Hernández y el temple de Bivià dos armas letales en el minuto final para cerrar un triunfo de autor, una victoria trabajada... Y necesaria.