Sin poder disponer de un pabellón cubierto en el que ejercitarse, ni apenas compañeros para trabajar en grupo, dos de ellos han iniciado una singular preparación para si, llega el caso, estar en las mejores condiciones posibles. Acabado el confinamiento en sus domicilios, los bases del BTTB, Álex Hernández y Erik Quintela, han encontrado acomodo en una de las pistas exteriores que se ubican junto al pabellón del Molinar.
Ambos se citan allí por las mañanas y tienen la ocasión de realizar trabajo físico y tiro. Recuperar las sensaciones del balón y la mecánica de lanzamiento es clave tras varias semanas sin poder hacerlo. En esa labor se concentran Hernández y Quintela, dos de los mejores directores de juego de una LEB Oro interrumpida de golpe por la crisis sanitaria de la COVID-19, al igual que el sueño del BTTB, claro aspirante a luchar por una plaza en la ACB, y cuyo trayecto parece haber llegado a su fin el pasado 8 de marzo, cuando derrotaron en Son Moix al Gipuzkoa (71-62).
Instalados en la séptima posición, afectados por un ERTE y esperando noticias sobre el retorno o no a los entrenamientos, Quintela y Hernández han dado continuidad al trabajo con Xavi Calvo -preparador físico- en una pista callejera de Ciutat.
Tampoco han dejado Mallorca ni Chema González ni Joan Tomàs, mientras que Tunde Olumuyiwa se encuentra en Albacete y Xavi Rey en Barcelona; Löfberg y Lindqvist siguen en Suecia y Boris Barac hace lo propio en Croacia. A Estados Unidos viajaron Thomas Bropleh y Matt Stainbrook y su vuelta se antoja complicada en caso de reiniciarse la actividad a las órdenes de Félix Alonso. Como la disputa del playoff exprés. Las pocas opciones que concede la FEB y la negativa inicial del club, que parece haber sido adoptada como válida por la Española, complican más un desenlace que sigue ilusionando a Álex y Erik, que contra las dudas apelan al baloncesto.
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Institucionalizar "parqué" por "parquet" es un premio a la torpeza lingüística y un castigo al esfuerzo en pronunciar y hablar corectamente. La próxima semana, será "baske" por "basket". Y en Baleà, "balonsesto".