Pavelka mostró buenas maneras en el arranque, aportando físico, intimidación y puntos a un Palmer necesitado de ese fuelle. Parecía otro equipo el palmesano, suelto, cómodo e inspirado de cara al aro ante un Almansa sorprendido por el arreón de los locales, que volvieron a tener en Van Beck a un filón anotador para alcanzar una máxima de ocho puntos (17-9, m. 7) que invitaba al optimismo.
Pero reaccionó el Almansa, apoyado en un Gydra letal y que se encargó de estrechar el abismo camino del cierre del primer cuarto (20-18). Ese fue un punto de inflexión, unido a la ausencia de Pavelka, los despistes de un Ikpeze que dio vía libre a Grabauskas y un Fjellerup errático, salvo un triple que devolvió la ventaja a los isleños tras culminar la remontada el Almansa de la mano, cómo no, de Gydra (22-23). Pareció reponerse el Palmer tres tres tiros libres de Van Beck, pero entre el poderío de un crecido Grabauskas y tres triples consecutivos (Martínez, Bivià y Nesbitt) de equipo de Perelló, volvieron las alarmas a sonar en Son Moix (34-40).
Como pudo y de la mano de Pol Figueras amortiguó el golpe el Palmer, que minimizaba daños al tiempo de descanso, añorando a Pavelka bajo el aro y con mucho trabajo pendiente en los dos cuartos posteriores (41-46, descanso) frente a un rival que, haciendo un baloncesto más práctico que lúcido, llevaba el partido a su terreno ante un Palma al que volvían a asaltarle las dudas.
Reinició el duelo con tímida esperanza el Palmer, viendo en un 2+1 convertido por Lundqvist (44-46) un rayo de luz, que se convirtió en nubarrones tras dos triples de Gydra y Santana y otro 2+1 de Grabauskas para poner 11 arriba al Almansa (44-55). Los fantasmas volvían a sobrevolar el Palau y la duodécima derrota sonaba con fuerza, más tras la cuarta falta de Pavelka, al que Grabauskas ganó la partida, como hiciera con Ikpeze.
Van Beck fue el salvavidas al que aferrarse desde el triple, aunque Almansa ya había puesto tierra de por medio (52-62, m. 26) y mostraba una fiabilidad en ataque extrema (26 puntos en el parcial) para encarar el tramo final del parcial con un buen colchón (58-70, m. 29). Tocaba remar otra vez, la enésima, y volvía a pintar mal porque el Almansa se lo creía (60-72, tercer cuarto).
Era un ejercicio de fe y orgullo creer en una victoria que se había puesto cuesta arriba, pero lo intentó el Palmer Palma, recortando la desventaja, pero sin acabar de encontrar el momento de intimidar a un Almansa que veía correr el crono a su favor y sin reducir su margen de maniobra. Rebasado el ecuador apretó el acelerador el cuadro balear (73-78), pero la velocidad de Bercy y su movilidad en la pintura abrieron espacios al Almansa, que no desaprovechó la oportunidad para volver a irse (73-82, a 3:27 del final).
Se le acababa el tiempo al Palmer Palma, sin segundas opciones en el rebote ofensivo y con Bercy desvocado para mostrar el camino del triunfo al Almansa, que se complicó la vida en el minuto final pero no lo suficiente para, como casi todos los rivales este año de Son Moix, llevarse de regalo navideño la victoria ante un rival un poco más tocado y hundido.
Ficha técnica
82 Palmer Alma Mediterránea Palma (20+21+19+22): Van Beck (27), Figueras (19), Kostadinov (6), Lundqvist (5), Pavelka (8), -cinco inicial- Fjellerup (15), Ikpeze (2) y Feliu (0).
94 Almansa (18+28+26+22): Nesbitt (9), Polanco (6), Bercy (16), Santana (12), Dimakopoulos (6) -cinco inicial- Grabauskas (15), Gydra (18), Bivià (7), Olechnavicius (0) y Martínez (5).
Árbitros: Munar Bañón, Colomer Castelló y Arresa Quintero. Castigaron con antideportiva a Martínez. Eliminaron por cinco faltas personales a Nesbitt, Pol Figueras y Bivià.
Incidencias: Palau de Son Moix. Unos 500 espectadores.
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