Gaby Ocete posa en el ‘Time Out Center’ con todas sus camisetas. | miquel a. canellas

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Integrante de la primera hornada del CTEIB y producto de la inagotable cantera de Sant Josep Obrer, Gaby Ocete (Palma, 1988) exhibe su tesoro en un encuentro con Ultima Hora en el ‘Time Out Center’ de Son Fuster que sirve para repasar una larga trayectoria en la Liga Femenina, adornada con medallas con las selecciones de formación -compañera de Alba Torrens en los oros europeos Sub 16 y Sub 18 de 2004 y 2006- y experiencia en varias competiciones extranjeras (Francia, Ecuador, Argentina, Paraguay...). Las joyas que guarda la base mallorquina plasman una carrera ejemplar, forjada a base de esfuerzo, trabajo, sacrificio e ilusión por el baloncesto.

 Las camisetas de los equipos en los que ha militado desde hace más de tres lustros son para Ocete «un orgullo... Son la historia de mi vida como jugadora... Es una suerte haber podido dedicarme profesionalmente al baloncesto y me emociona...», refiere la directora de juego, campeona de la Liga Femenina con el Rivas y una de las jugadoras más carismáticas de la competición, a la espera de concretar su nuevo destino «porque me quedan fuerzas para seguir unos años más, mientras el cuerpo aguante», confiesa Gaby, que de todos los momentos vividos recuerda, especialmente, «el ascenso con Sóller a Liga Femenina y los dos oros con la selección... También la Liga con Rivas, pero también la etapa en Mann Filter (Zaragoza) y los años en América, que fueron un regalo, me ayudaron a crecer como persona y deportista», comenta la jugadora, que agradece «la oportunidad de haber podido conocer a grandes compañeras, como Pao Ferrari, que me han ayudado a hacer más cómodo este viaje». A la vez que destaca la calidad humana de muchos de los vestuarios en los que ha estado. «En Gernika o Tenerife, más recientemente, tuvimos grandes grupos», apostilla Ocete, que pone en valor el hecho de haber podido jugar con un equipo mallorquín (Mariana) en la máxima categoría. «Lo viví muy joven, ojalá pudiéramos tener ahora ese equipo ahora. Fueron unos años bonitos, emotivos y que me marcaron como jugadora», asegura la uno, quien espera que pueda recuperar Mallorca ese espacio dentro de la élite «y pueda haber un equipo en Challenge o Liga Femenina en unos años. Yo tuve esa suerte y sería bueno para la Isla y nuestro baloncesto, nuestras jugadoras, poder tener ese escaparate, pero hay trabajo por delante».

Protagonismo

También guarda un buen recuerdo de sus años en las selecciones de formación, aunque «un entrenador me dijo por entonces que no sería profesional porque era bajita... Y mira tú...», comenta con humor y la perspectiva del tiempo, que han dado a Ocete «un papel protagonista en los equipos en los que he jugado, siendo una líder. Es algo que controlo más ahora, pues el papel de la base es importante y hay que tener personalidad en la pista», explica. Celebra, además, el crecimiento de la Liga Femenina, que ha visto «evolucionar» durante más de una década, «aunque queda trabajo pro delante. Eso sí, de quince años atrás al presente, el cambio es espectacular. A nivel de repercusión, profesionalización...».

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Echando la vista atrás y mirando con emoción su colección de camisetas, Gaby Ocete es consciente de que «el final está cerca, pero estoy orgullosa porque reflejan lo que ha sido mi vida... Ojalá mis hijos me puedan ver jugar, pero si no, les podré contar muchas historias de los años que me dediqué a esto», dice con la mirada focalizada en esas prendas una base que ha dejado huella dentro del baloncesto femenino español.