España derriba a los anfitriones con actitud y su defensa

Con Willy Hernangómez como baluarte, el equipo se cerró en defensa intentando controlar el rebote e impedir las segundas opciones de los georgianos, cosa que no siempre consiguió. Pese a todo, la selección, desde el salto inicial, tuvo una actitud encomiable lo que le hizo controlar el marcador durante el primer cuarto, con escasa diferencias, y cerrarlo con 16-18.

En el inicio del segundo cuarto, el equipo español sorprendió con una defensa en zona 1-2-2 y con las rotaciones, mantuvo el nivel de juego pese a no estar nada acertada en el lanzamiento exterior, mientras que Georgia con un gran Rati Andronikashvili y el siempre eficaz Giorgi Shermadini aguantaba el tirón.

Además del mayor de los Hernangómez fue fundamental la defensa de Xabi López-Aróstegui sobre un Thaddus McFadden al que llegó a descentrar por momentos. Jaime Pradilla, Lorenzo Brown y Alberto Díaz sumaron con su trabajo que permitió al equipo español irse a vestuarios con una renta de 9 puntos, 31-40, la mayor que disfrutaron en los primeros veinte minutos de partido.

Un mate de Willy sancionado además con falta antideportiva de Duda Sanadze y una canasta posterior de Juancho Hernangómez, 31-44, fue la mejor manera de reanudar el juego. Con la misma actitud defensiva y con un triple de Juancho, el equipo español alcanzó los 17 puntos de ventaja, 34-51 (Min.22.25). Con Andronikashvili como punta de lanza y el jugador de Milwaukee Bucks Alexander Mamukelashvili como roca en el juego interior, Georgia comenzó a intentar recortar diferencias, 40-51 (m.24.40).

Scariolo apostó por un quinteto 'bajito' en los minutos finales del tercer cuarto, con Usman Garuba, Joel Parra, Pradilla, Alberto Díaz y Rudy Fernández volviendo a coger aire en el marcador, 45-64 (m.28). Un triple de Pradilla desde la esquina fue el broche perfecto al tercer cuarto con 47-71, 24 puntos de ventaja que pusieron en franquicia la victoria española.

Con diez minutos por delante, la selección no bajó el pistón en defensa y Scariolo pudo preservar a sus jugadores básicos, ante el buen nivel de las rotaciones. La selección local, desbordada por momentos, perdió el foco del partido ante la buena actuación española que acabó consiguiendo la victoria por 64-90.