Olivenza asume que «enfrentarse a cualquier equipo de esta competición será un desafío complicado» y que en LEB Plata «cada partido debe trabajarse y ganarse». Por su parte, Toni Vicens reconoce que el encuentro de esta tarde va a ser especial. «Volver a jugar en Son Moix es una experiencia emocionante para mí. Estoy ansioso por sentir el apoyo de la afición y ofrecerles un gran espectáculo de baloncesto», admite el pívot, determinante a la hora de empaquetar el primer triunfo.
Puesta de largo
El Palmer disfrutó de una cómoda puesta de largo en la tercera planta del baloncesto español y sueña con aprovechar su presentación en casa para dar otro pequeño paso en dirección ascendente. Un salto que le ayude a asentarse del todo en una categoría tan apretada como exigente.
El rival del equipo balear será el segundo equipo del Gran Canaria, que destapó la competición con el paso cambiado al caer ante el Sant Antoni en Pabellón Insular Vega de San José (67-71). El filial maniató durante buena parte del encuentro a los ibicencos, pero se desmoronó en el último cuarto para acabar doblando la rodilla y empezar el torneo con un saldo negativo. En Son Moix tendrá otra oportunidad.
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