Antes de pegarse un tiro en el pecho y firmar el mayor desastre de la temporada, el Palmer parecía tenerlo todo bajo control. Serio y aplicado desde el salto inicial, ejercía su condición de local con mano de hierro hasta que se le iban la cabeza y las piernas. Subido a lomos de Asier Zengotitabengoa —11 puntos en el primer cuarto—, empezaba a marcar el terreno desde la primer posesión y desde el perímetro. Los triples del vitoriano y de Joan Feliu golpeaban con violencia a un Fibwi desnortado y precipitado en casi todos sus ataques. Solo el descaro de Álex Blanco y la aportación de Milan Suskavcevic en el rebote sujetaban a los de un Ricardo Uriz que se estrenaba en el banco en medio de un vendaval. Aun así, ninguno de ellos podía impedir que el primer cuarto quedara sellado con una diferencia de dos dígitos (21-11).
El derbi empezaba a ser un monólogo de verdad en el segundo cuarto. Biel Serra y Miki Servera se unían a la fiesta y el Palmer ensanchaba a base de triples la zanja que separaba a las dos formaciones. En la otra canasta, el Fibwi se desesperaba —llegó al descanso con 3 de 16 en tiples— y pese a sus esfuerzos por mantenerse de pie solo alcanzaba a cargar de piedras la mochila. A menos de cinco minutos para el descanso los de Jiménez estiraban la diferencia hasta los 18 puntos (32-14) y cruzaban el ecuador del partido con los deberes medio hechos. Porque más allá de lo que reflejaba el marcador (36-21 al descanso), la diferencia era colosal.
El paso por la caseta destensaba un poco al Fibwi Palma, que emitía las primeras señales de vida aunque fueran todavía demasiado leves. Sobre todo, porque el Palmer no le dejaba incorporarse. De la mano de Adrián Chapela, su conductor principal y uno de los mejores recursos a los que anduvo agarrado toda la tarde, el cuadro local, ya sin la contundencia del principio, atizaba cuando podía a un Fibwi que en mitad de la niebla amenazaba con presentarse a la pelea. La muñeca de Longarela lo comprimía todo a menos de cuatro minutos para que acabara el tercer cuarto y reducía la ventaja a menos de diez puntos mucho tiempo después (46-35). Iba a ser un espejismo. Otro triple de Zengotitabengoa —sería el máximo anotador de su equipo— y un canastón de Toni Vicens devolvían el choque al que había sido su sitio. El Fibwi, tirando de corazón para mantenerse a flote, se asomaba al asalto definitivo con menos de 40 puntos en su casilla del marcador (48-38). El derbi de Son Moix seguía teniendo una única dirección. Un solo color.
Seguramente consciente de su fragilidad psicológica, el Palmer daba otro paso adelante cuando el encuentro iniciaba la cuesta abajo y una acción de tres puntos de Toni Vicens difuminaba la posible respuesta del Fibwi, que en ese momento parecía más encaminada a maquillar el electrónico y a suavizar el basketaverage, pensando a largo plazo, que a otra cosa.
En ese tira y afloja Longarela volvía a azuzar al Fibwi y a recortar la renta del Palmer a una sola cifra (55-46), pero casi a continuación era de nuevo Vicens el que subía el volumen del discurso local. Recurriendo al argot ciclista, parecía que el Fibwi hacía la goma. Sobre todo tras otra pérdida incomprensible y otro hachazo casi mortal (64-46 a falta de 5:33).
Cuando ya lo había perdido todo, el Fibwi iba a reconstruirse sobre sus propias cenizas. Rashun Williams, torpe y érratico la mayor parte del duelo, sacaba al monstruo que llevaba dentro en pleno clutch time y arrimaba un milagro al que también contribuía desde la dirección de juego Javi García. Poco a poco, palada a palabra, el quinteto de Uriz iba obrando el milagro y metiendo el miedo en el cuerpo al Palmer, ya agarrotado de cabeza a pies. El propio base aragonés, desde la línea del tiro libre, ponía por primera vez por delante al Fibwi a falta de 37 segundos y dejaba que la magia del baloncesto, por un lado, y el terror psicológico, por el otro, hicieran el resto. El Fibwi manda en Son Moix. El Fibwi manda en Palma.
5 comentarios
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Uno de los partidos mas brutales de mi vida! Grasis imprenta, fibwi o como queráis llamar al mejor equipo de mallorca!! Joan hizo bien en irse, no es nuestro y Asier debería irse a la peninsula x lo menos… Toni, un crack. Lo único bueno del palmer.
Gran partido el que vimos entre el Llucmayor Palma y el Imprenta Bahía. Es de agradecer el apoyo en todo momento de la afición verdinegra que abarrotaba el pabellón a pesar de ser visitantes y que la melodía de titanic con que les brindaron aleccionó a la escuadra del Fibwi Palma.
Hasta hora las victorias estaban justo al alcance de la mano pero se escapaban por poco. Este debe ser el punto de inflexión para cambiar la dinámica.hacia arriba. Gran trabajo de todos antes y ahora.
Un lujo haber tenido un derby mallorquín de este nivel, reñido hasta el último segundo y emocionante como pocos.
El fibwi necesita mucha mejora. Hoy ha sonado la flauta, pero han sido tres cuartos horribles