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El entramado burocrático en el que se hallaba inmersa la consecución del certificado de defunción del alpinista mallorquín Tolo Calafat, un documento que permitirá a su familia poder percibir pensiones, subsidios o el seguro de vida, parece haber llegado a su fin. Toda vez que se hizo efectivo el pago de los costes del rescate y el capítulo relativo a la aseguradora pasó a un segundo plano, las expectativas de los doctores Nerín y Morandeira, que ayer abandonaron Katmandú, se centraron en obtener el documento que acreditara oficialmente el fallecimiento del alpinista mallorquín, hasta el momento declarado como 'desaparecido' por el Gobierno de Nepal.
Tras varios contactos, los galenos consiguieron, gracias a la mediación de la Cónsul Honoraria de España en Nepal, Ambica Shrestha, y el apoyo del Govern, reunirse con altos cargos del Ministerio de Turismo, que redactaron el borrador de un documento oficial que, a falta de sello y firma por parte del Ministerio, será convalidado por la Embajada de España en Nueva Delhi (India).
Trámite
Tanto el ministro como el secretario estaban de viaje en el momento de dejar los doctores Nepal, aunque dejaron claro que «no habrá problemas. Es un mero trámite administrativo». Con el certificado de defunción que presentaron los médicos y el documento, que en los próximos días se firmará y enviará, tal y como se han comprometido desde el Ministerio, la Embajada oficializará la defunción de Calafat. «Estudiado el borrador que nos ha enviado, lo consideramos suficiente para la inscripción de la defunción de Bartolomé Calafat en el Registro Civil Consular de la Embajada de España en Nueva Delhi, registro español competente para la inscripción de esta defunción», refería el correo electrónico enviado desde la sede diplomática a la doctora Nerín, y reproducido en su blog.