Menorca Bàsquet
Real Madrid (24+25+21+25): Tomic (13) Garbajosa (10), Velickovic (7), Rodríguez (3), y Llull (18) -equipo inicial-, Suárez (18), Prigioni (6), Tucker (9), Fischer (3) y Mirotic (8).
Menorca Bàsquet (20+21+18+25): Ciorciari (8), Limonad (13), Torres (15), Cuthbert (12) y Radenovic (4) -equipo inicial-, Huertas (6), Donaldson (21), Otegui (4), Servera (1), y Sánchez.
Àrbitros: Oscar Perea, Benjamín Jiménez y Antonio Sacristán. Cuthbert fue eliminado por cinco personales en el m. 40.
Le resultó inviable al Menorca quebrar la lógica, y pese a soportar durante tres cuartos el talento y calidad del Real Madrid de Sergio Llull, terminó recogiendo la quinta derrota sucesiva, octava en sus últimas nueve funciones, sucumbiendo al brutal porcentaje exterior de los blancos (15 triples al 71% de efectividad). Precisamente, en una dosis porcentualmente elevada, la derrota residió en el base-escolta insular, que acaudilló la notable migración perimetral blanca al hierro, finiquitando su particular demostración en 18 puntos (incluidos cuatro aciertos de 6.75), 6 asistencias y 5 faltas provocadas para una valoración de 25, la mejor ante el Menorca.
El equipo de Olmos presentó una evolución respecto de sus recientes apariciones, insuficiente para vencer, pero terapéutica. Una vez más, el Menorca ratificó que su rendimiento aumenta cuando se atavía de la condición de visitante y su ansiedad decrece. Invertir esa dinámica es prioritario, pues en un par de días asoma el Bilbao en Bintaufa, enclave que no permite el mínimo yerro.
El Madrid recurrió a Tomic y Llull para confirmar su ascensión. Ritmo y rebote eran suyos, y a partir del talento del único jugador menorquín ayer en pista, el grupo blanco advirtió un progresivo incremento en su renta (20-13). El Menorca insistió con la efectividad de Caio para liquidar el primer cuarto a rebufo rival (24-20). Pero algo fallaba. El Menorca era incapaz de mitigar la frenética circulación del Madrid, que abierto el segundo parcial trasladó su eje ofensivo sobre Prigioni (30-24). Llull regresó al primer plano y se gustó desde el perimetro. Endosó un par de aciertos triple para sendos puntos álgidos en el marcador (37-30 y 43-34), secuencia continuada de dos libres de Suárez para el 39-30, diferencia en que circundó el guarismo hasta llegado el intermedio (49-41). El Madrid avisó de zarpazo en el comienzo del tercer cuarto (52-41), pero el Menorca no rechazó el combate. La recuperación insular la refrendó Caio al igualar a 55.
Nuevamente Llull desequilibró el partido, y el Menorca padeció un lapso de pérdidas, concediendo un tramo de distancia imposible de recuperar. De 60-59 a 70-59. El Menorca contestó en un último embate, ineficaz gesto para un Madrid que contuvo la brecha (95-84).
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