Imagen del entrenador del Atlètic Balears, Gustavo Siviero, durante un entrenamiento. | ultimahora.es

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La primera plaza del Atlètic Balears tuvo algo de liberación y, sobre todo, gran parte de de alegría. El técnico blanquiazul, Gustavo Siviero, centra sus miras en el ‘playoff' tras la justa celebración por la consecución de uno de los grandes objetivos del curso. Justa por merecida y por la imposibilidad de alargar los festejos teniendo en cuenta la inmediatez de los próximos desafíos. «Viene lo bueno», advierte el técnico, que entremezcla la preparación de las dos últimas jornadas (L'Hospitalet y Huracán Valencia) con el estudio de los posibles rivales en la puja por la categoría de plata. Las dos semanas de antelación permiten dosificar esfuerzos y preparar a conciencia una eliminatoria de ascenso a la que confía llegar con los suyos en un buen momento y con la afición igual de entregada que hasta ahora.

—¿Qué supone para el Atlètic Balears garantizar la primera plaza del grupo?
—Ha sido una liberación, porque el equipo tenía ganas de soltar lastre y es consciente que ahora viene lo bueno. Alcanzamos un objetivo importante, pero todavía no se ha definido nada.

—¿Cuál fue su mensaje al vestuario tras asegurar el primer puesto?
—El mensaje está claro y es que ahora viene lo bueno, lo lindo, lo difícil, lo que pensamos que podía venir y para lo que hemos estado trabajando todos estos meses.

—¿Cambia la mentalidad saber que dispondrán de dos oportunidades para conseguir el ascenso?
—Para nada. No vamos a pensar más allá de los dos partidos que tenemos para poder subir. Ya veremos como nos recomponemos si hubiera algún contratiempo.

—¿Cómo enfoca las dos jornadas que restan de la liga?
—Es probable que algún futbolista tenga descanso, pero no podemos bajar la tensión competitiva porque retomarla nos puede costar el doble. Vamos a enfrentarnos a dos equipos con nivel de ‘playoff' y nos va a exigir en la preparación.

—¿Entonces los partidos y las semanas que faltan para la eliminatoria serán para cuidar la parcela física o probará cosas de cara a la fase de ascenso?
—Vamos a trabajar un poco de todo. Hay que intentar que los jugadores lleguen en el mejor punto físico posible, pero también es muy importante la preparación mental. No vamos a cargar en exceso al equipo, pero sí, tenemos que trabajar para tener a punto todas la variantes posibles para afrontar el desafío.

—¿Está el equipo en el punto que usted quería a estas alturas del curso?
—Siempre se pueden hacer las cosas mejor. Veníamos de una serie de partidos que no era positiva y nos hizo replantearnos algunas cosas. Siempre aparecen momentos distintos a lo largo de la temporada y llegaron resultados a los que no estábamos acostumbrados, pero eran resultados que también entran en la normalidad del fútbol. Recuperamos lo que veníamos haciendo bien y hemos retomado el camino y creo que vamos a llegar bien, ojalá las piernas respondan en el momento adecuado.

—Ahora ya con cierta perspectiva ¿a qué achaca el bajón vivido jornadas atrás?
—Puede que fuera un poco de relajación o creer que con lo que se había hecho hasta el momento bastaba. Aquello nos sirvió para valorar que necesitamos dar siempre el máximo y para concienciarnos que lo hecho en el pasado no sirve.
—¿Ya vio en el aeropuerto un anticipo de la ilusión que se ha generado entorno al equipo ¿qué le pide a la afición?
—La gente está muy ilusionada, con ganas de festejar y no vamos a ponerle freno. Solo le podemos pedir que mantenga esta ilusión y que crea en el equipo. Que sigan entusiasmándose y que los jugadores sientan su apoyo, porque tenemos que hacernos fuertes en casa esta jornada. Entre todos tenemos que dar el máximo para alcanzar un objetivo que es muy complicado y que hay que tener claro que no va a ser un camino de rosas.