El Mirandés aplaza el sueño blanquiazul

Atlètic Balears: Xavi Ginard, Izquierdo, Quesada, Mantovani, David Sánchez, Cesar Diop, Brayan Angulo, Mathias, Antoñito, Perera y Peter.

Mirandés: Nautet, Garmendia, Aitor, César, Raúl García, Martins, Mújika, Museta, Pablo Infante y Alain.

La gloria del ascenso tendrá que esperar al menos un mes. El Mirandés aplazó ayer el sueño del Atlètic Balears, que tropezó en el primer escalón hacia Segunda y ahora deberá superar dos eliminatorias para dar el salto. Tras el tanto de Brayan Angulo que igualaba el 1-0 de Anduva y prendía la ilusión de un Estadi Balear de gala, Pablo Infante liquidó las aspiraciones isleñas al aprovechar un penalti que había supuesto la expulsión de Martín Mantovani. Ya en inferioridad numérica y con solo ocho minutos por delante, al Atlètic solo le quedó tiempo para recibir otro golpe cruel en forma de gol en propia meta.

La buena salida del Atlètic encendió las gradas del Estadi Balear, que comenzó a ilusionarse con los regates de Thiago. En apenas cinco minutos los blanquiazules coleccionaron tres saques de esquina para trasladar las dudas a un Mirandés que trataba de asentarse al césped artificial en pleno acoso del Atlètic, que asumió el mando territorial y del balón. Perera dio el primer aviso con un disparo desde fuera del área (min.8), pero la primera gran ocasión llegó después de que Antoñito le robara el balón a Raúl García, que la protegía para que saliera por la línea de fondo. El pase de la muerte del andaluz fue interceptado por Muneta antes de que Perera empujara el balón al fondo de las mallas.

Reacción

Los burgaleses apenas habían aparecido en dos faltas laterales que repelió la zaga local, pero comenzaron a combinar y a salir de su parcela superado el ecuador de un primer acto en el que los de Siviero rozaron de nuevo el tanto con un remate de cabeza de Antoñito (min. 35) que atajó Nauzet. Hasta el descanso Atlètic y Mirandés firmaron un armisticio y dieron prioridad a defender su meta.

El paso por la caseta no alteró las intenciones del Atlètic, que recuperó el control que le había discutido el Mirandés en el tramo final de la primera mitad. Nauzet volvió a cruzarse en el camino de los blanquiazules al sacar una mano milagrosa al remate de cabeza de Martín Mantovani.

Las esperanzas locales se dispararon en el minuto 56, cuando Brayan Angulo resolvió con acierto un barullo en el área para igualar la eliminatoria y hacer enloquecer al Estadi Balear.

Sin embargo, el «¡sí se puede!» de la grada coincidió con la airada reacción del Mirandés. El Atlètic había conseguido su primer objetivo y tomó aire. Los locales dispusieron de una doble ocasión en un saque de esquina, pero su paso atrás lo aprovecharon los hombres de Pouso, que movió su banquillo con acierto. La entrada de Garro liberó a Martínez, que hizo temblar el larguero de la portería local con una volea desde la frontal (min. 63) y un minuto después Pablo Infante hizo a lucirse a Xavi Ginard.

Ni unos ni otros querían el balón, que pasó más tiempo entre despejes y cabezazos que en el suelo. Mathias rozó el 2-0, pero su intento de chilena se quedó en intento. El duelo había entrado en un plano físico en el que emergió la corpulencia de Lambarri. Un movimiento suyo superó a Mantovani, que cometió penalti y vio la segunda amarilla. Pablo Infante ejecutó la pena máxima y puso un 1-1 que obligaba al Atlètic a marcar dos goles en diez minutos jugando con diez. La desgracia se cebaría con los locales con un gol en propia meta de David Sánchez.