En año postolímpico, Mario Mola -en la imagen en el Príncipes de España- ha optado por probar una nueva experiencia en aras de seguir mejorando como triatleta y pensando en los que podrían ser sus segundos Juegos. | Fernando Fernández

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Mario Mola hace las maletas. Lo hace temporalmente y para seguir creciendo como deportista. El triatleta olímpico mallorquín, de 22 años, ha decidido cambiar de aires por espacio de unos meses con el fin de dar un paso al frente en el inicio del ciclo que debe conducirle a luchar por las medallas en Río 2016. El deportista del ADA Calvià ha elegido al que muchos consideran el mejor técnico dentro de la especialidad en todo el planeta. Bajo la disciplina del canadiense Joel Filliol han pasado los hermanos Brownlee, Helen Jenkins, Will Clarke, o los equipos de Gran Bretaña y Canadá. Él fue el responsable de la resurrección del primer campeón olímpico de esta especialidad, Simon Withfield, y a él y a su grupo de trabajo se ha encomendado Mola, en quien el preparador ha depositado numerosas esperanzas dentro de su vertiente como lanzador de jóvenes valores del triatlón. Y uno de ellos es el mallorquín, campeón mundial júnior y olímpico en Londres 2012. Vivir una nueva experiencia, perfeccionar conocimientos o pulir el segmento de natación son algunos de los retos que se plantea Mario a lo largo de los próximos meses. Estados Unidos, más en concreto Florida, será su cuartel general en el arranque de 2013, preparando entre enero y abril su primer gran test, las Series Mundiales de San Diego. Filliol no acepta a cualquiera, y las condiciones de Mola le han hecho ser uno de sus elegidos. «Misma línea, más trabajo y mayores objetivos, así como una nueva motivación en este comienzo de una ilusionante etapa que confiamos nos permita seguir creciendo», resume Mario ante su nuevo desafío.