Rubén Bover, a la izquierda, disputa un balón con un futbolista del Portland en su estreno en la MLS.

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Del San Cayetano a Nueva York pasando por La Salle, Inglaterra y el San Roque de Lepe. Rubén Bover Izquierdo (Palma, 24 de junio de 1992) vive en «una nube». El centrocampista mallorquín, que emigró al Reino Unido en plena adolescencia para cursar el Bachillerato, disfruta de una experiencia «única» en el vestuario del New York Red Bull, el equipo de la Major League Soccer en el que militan el francés Thierry Henry, el brasileño Juninho Pernambucano o el internacional australiano Tim Cahill, entre otros.

«Es increíble. Hace unos años tenía en póster a jugadores como Henry o Juninho y ahora juego con ellos», indica a este diario Rubén Bover, en las vísperas del duelo que les enfrentó la pasada madrugada a Philadelphia en el Red Bull Arena en la quinta jornada de la Liga estadounidense.

Rubén, que comparte piso con su compañero Amando Moreno en una localidad de Nueva Jersey cercana a la Universidad Estatal de Montclair, el centro de operaciones del equipo, recaló en la Gran Manzana gracias a una gestión de su agente, Darren Dein, el mismo de Henry o Cesc Fábregas: «Acababa de renovar por el Charlton Athletic y surgió la opción de venir aquí a probar. Entonces, rescindí con el equipo inglés y firmamos por esta temporada con tres opcionales. Estar aquí es un sueño».

Formado en la cantera del San Cayetano, también desfiló por La Salle antes de emprender su aventura en el Reino Unido: «Me llamaron del Mallorca cuando estaba en La Salle, pero entonces decidí irme a estudiar el Bachillerato en Inglaterra. Y, visto lo visto, creo que acerté. Jugué en el Charlton Athletic, a mediados de la pasada temporada me cedieron al San Roque de Lepe, de la Segunda División B, para recuperarme de una lesión y ahora estoy aquí, disfrutando de este fútbol».

El medio es el segundo futbolista mallorquín en el soccer, el fútbol estadounidense, tras la experiencia de Joan Bisbal Parera en la década de los 70. Aunque el balompié todavía no ha cuajado en la mentalidad yankee, poco a poco comienza a ganar adeptos: «La verdad es que me ha sorprendido. Por ejemplo, el día que jugamos en Portland había más de 20.000 espectadores. Y en nuestro debut en Nueva York, cerca de 23.000 aficionados». A pesar de contar con una plantilla de calidad, de momento los resultados son más bien decepcionantes, con dos empates y dos derrotas tras las cuatro primeras jornadas, aunque allí el campeón se decide en el playoff y no en la Liga regular.

A nivel personal, después de comenzar como titular, ahora está a la espera de minutos: «No esperaba salir de inicio en el primer partido, en Portland. Estuve muy nervioso los primeros quince minutos, pero después todo fue mejor. Ahora, el entrenador está apostando por los veteranos».

Bover, el segundo español en la presente edición de la MSL junto al catalán Oriol Uri Rosell (Kansas City), alaba la humildad de jugadores como Henry o Juninho: «Me dan muchos consejos, me dicen que esté tranquilo porque al principio es difícil. Estoy como en una nube», señala el centrocampista zurdo mallorquín, que pasó por la selección balear cadete.
Admirador del estilo de Silva, Iniesta o Mata, reconoce ser «algo madridista», aunque reconoce el «buen fútbol» del Barça y también sigue «al Mallorca. En el B juega Víctor Martínez, con quien coincidí en la selección balear».

Hace un par de semana, Rubén Bover vivió una anécdota con Tito Vilanova: «Vino a vernos al entrenamiento y Titi le dijo ‘este es madridista'. Pero pasé corriendo y no me di cuenta de que era él y ni le saludé. Después me disculpé. Espero que se mejore lo antes posible».