Un saque directo, el cuarto de su cuenta, como hacen los campeones de Wimbledon, sirvió para cerrar el partido y que la francesa Caroline Garcia inaugurase su palmarés en hierba, al derrotar en la final del Abierto de Mallorca a la letona Anastasija Sevastova por 6-3 y 6-4 en 75 minutos.
Hasta ahora, Garcia se consideraba una jugadora especialista en tierra. Sus dos títulos anteriores, en Bogotá en 2014 y Estrasburgo este año, le habían servido para forjar su imagen de luchadora en el polvo de ladrillo, pero ha sido pisar las pistas de césped del Country Club de Santa Ponsa y cambiar el «chip», y pensar más en verde.
«Para mí no es muy natural el cambio de tierra a hierba y debo decir que como aquí está más seca, todo es más fácil para mí. Me siento más segura, más cómoda, y el bote de la pelota es más alto, especialmente cuando tengo que utilizar mi segundo servicio», explicó la número 39 del mundo a su llegada al torneo, después de proclamarse campeona de dobles en Roland Garros, junto con su compatriota Cristina Mladenovic.
«Cuando empiezas en una nueva superficie, sobre todo si se trata de hierba, normalmente no esperas nada del primer torneo», había anunciado.
Amelie Mauresmo, en 2006, con quien comparte lugar de nacimiento Garcia, y Marion Bartoli, en 2013, habían sido las últimas francesas en ganar sobre el césped de Wimbledon, torneo al que ahora Caroline ha puesto en su punto de mira.
Llegará al All England Tennis Club plena de confianza, pues ganó en Estrasburgo el torneo que le puso a punto para luego triunfar en dobles en Roland Garros, y en Mallorca se ha preparado a conciencia para acudir con garantías al tercer Grand Slam del curso.
Entrenada por su padre Louis Paul Garcia, Caroline se va del torneo dejando dos sets en el camino, uno contra la serbia Ana en Ivanovic en cuartos, y otro contra la belga Kirsten Flipkens, en semifinales. Y lo hace con un cheque de 43.000 dólares como recompensa.
Su temporada está siendo magnífica, pues además de los títulos mencionados, ha ganado cuatro de dobles: Charleston, Stuttgart, Madrid y el mencionado de Roland Garros, para totalizar seis en esta especialidad.
Sevastova, 82 del mundo, y que se presentaba en una final desde que ganó su único título en Oeiras (Portugal) hace seis años, luchó con la clase que atesora pero no pudo con el empuje y la fuerza de la francesa.
El partido se rompió a favor de la francesa a partir del 3-3 del primer set, cuando Garcia hizo tres juegos consecutivos para ganar el primer parcial. Luego, la letona notó el cansancio acumulado, tras batallar en tres sets en semifinales contra la serbia Jelena Jankovic, y bajó su ritmo de forma notoria.
No obstante, su coraje salió a relucir en el segundo, aunque con menos intensidad. La letona ya había dado muestras de su fuerza tras pasar una noche en el hospital a causa de un virus a principio de la semana y no bajó los brazos, pero el tenis profundo de Garcia terminó por imponerse.
Estas mismas pistas serán cita mañana, lunes, de una exhibición, el trofeo Toni Nadal, con la participación de Feliciano López, Carlos Moyá y el austríaco Dominic Thiem, gran revelación esta temporada, con cuatro títulos ganados en tres superficies diferentes: Stuttgart (hierba), Niza (tierra), Acapulco (dura), Buenos Aires (tierra).
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