Momento de la reunión de la Federació de Futbol de les Illes Balears. | Teresa Ayuga

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La Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB) ha llevado a cabo este martes una reunión de urgencia para tratar los incidentes ocurridos el pasado domingo en Alaró.

En la reunión, convocada por su presidente Miquel Bestard, la Federación ha condenado los actos y ha cerrado filas contra la violencia en los campos de fútbol. Además se ha acordado que en la próxima jornada futbolística todos los encuentros de Fútbol Base de Baleares guardarán unos minutos de silencio para protestar por los hechos violentos del domingo.

La FFIB ha indicado que entregará este miércoles a medio día un informe a la Delegación de Gobierno en contra de la actuación de los espectadores antideportivos tras los sucesos del domingo en el partido entre los equipos infantiles de la Unión Deportiva Alaró y el Collerense.

A la reunión han acudido representantes y presidentes de los clubes de fútbol de Baleares, incluidos los dos clubes implicados en los incidentes del domingo para conseguir que «nunca más se repitan esas imágenes de violencia».

También han acudido a la convocatoria el presidente de la Comisión Antiviolencia, Llorenç Salvà, representantes de la Fundación del Fútbol, el director general de Deportes, Carles Gonyalons, y la directora Insular de Deportes, Margalida Portell.

COLABORACIÓN PARA EXPULSAR A LOS VIOLENTOS

El presidente ha abierto la reunión pidiendo a todos los clubes colaboración para expulsar a los espectadores violentos de los campos de fútbol. «Cada club se tiene que responsabilizar de su público, y corregir a los que cada domingo van al campo a insultar, porque cada entidad sabe quiénes son», ha dicho.

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Los presidentes de los clubes implicados han pedido disculpas públicas por lo sucedido, y han recibido la solidaridad de los demás clubes, porque han reconocido que «eso podía haber pasado en cualquier campo, porque no tienen medios para controlar a los espectadores».

Además, se ha argumentado que los federados, futbolistas, técnicos y árbitros, tienen un comportamiento ejemplar desde hace años y que «unos segundos de descontrol por parte de un puñado de espectadores empañó un trabajo de muchas temporadas».

El director general de Deportes ha mostrado su apoyo a la Federación por «la rápida reacción de condena» de los incidentes y ha reconocido que el fútbol siempre ha estado unido en las campañas contra la violencia.

En este sentido, Gonyalons ha dicho que esas actitudes reprobables «solo se corrigen con educación» y, junto a la directora insular del Deporte, ha ofrecido campañas de concienciación dirigidas a los padres de los jóvenes futbolistas.

REGISTRO DE VIOLENTOS

Por su lado, Bestard ha propuesto que los árbitros puedan actuar contra los que insultan o muestran actitudes violentas en la grada, enseñando tarjetas o suspendiendo parcialmente los encuentros. Otra propuesta que se estudiará es la de elaborar un registro de violentos, para que si son expulsados de un club no puedan fichar por otro.

El presidente del Comité Antiviolencia, al tiempo que ha felicitado a la federación y a los clubes implicados por haber dado la cara, ha lamentado que «los verdaderos culpables, los padres que invadieron el campo, no hayan salido a reconocer su error y pedir disculpas».