En el club +Qtrail, Soler ha encontrado a un grupo humano que se ha implicado en sus ilusiones. Nunca le faltan guías para cubrir los recorridos por las montañas de la Isla, que ha descubierto a fondo. Una vara de caña, un compañero delante y otro detrás, junto a otras personas que ejercen de soporte, son la sombra de Mari Carmen cuando pone rumbo a la Serra.
Las carreras de montaña son la última modalidad que ha enganchado a Soler, que ya ha probado otras disciplinas, pero que ha encontrado en la naturaleza algo diferente. La FelanitXtrem, la Galatzó Trail o la Trail Solidaria de la Policía Local de Calvià le han permitido abrir un escenario que ha cautivado a nuestra protagonista, quien se ha ganado el cariño y la admiración de todos por la ilusión que destila e irradia en cada entrenamiento, en cada prueba.
Equipo
La discapacidad visual de Mari Carmen Soler ante un medio complicado y con recorridos sinuosos e inestables en ocasiones, encuentra en sus compañeros del club +Qtrail a sus mejores aliados. «El que va delante lee el recorrido y el de detrás hace de timonel», con la vara de caña que les une. Con indicaciones verbales y movimientos con la vara se logran señas que ayudan a la deportista a superar y saber qué obstáculos plantea el camino. «Interpreto las palabras, los gestos y los movimientos del palo», añade Mari Carmen, quien agradece «infinitamente» la «generosidad» del equipo, que sacrifica el resultado individual para arropar y hacer feliz a Soler, cuyos ojos son los de sus compañeros.
«Lo importante es participar, disfrutar y hacer equipo», dice Teresa Prior, presidenta del club, quien junto a Germán Helling, Míriam Ali, Félix Fernández y otros integrantes del equipo muestran su respeto por «una mujer admirable». De hecho, Mari Carmen espera «que mi caso anime a más gente. Sé que en la ONCE algunos practican senderismo, pero esto es diferente. A mí me ha llenado».
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