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El abogado Joan Laporta rompió todos los pronósticos y se convirtió en el trigésimo quinto presidente del Barcelona, tras conseguir 27.138 votos, la cifra más alta de apoyos en toda la historia del club. Laporta obtuvo el 52,57 por ciento de los votos y aventajó en más de 21 puntos a Lluís Bassat (16.412), que cayó derrotado por segunda vez consecutiva. Los candidatos restantes (Jordi Majó (2.490), Josep Martínez-Rovira (2.388), Josep Maria Minguella (1.867) y Jaume Llauradó (987), quedaron muy lejos. El triunfo de Laporta supone acabar con un ciclo en el Barcelona, iniciado en 1978 por José Luis Núñez, quien hasta la fecha tenía el récord de apoyos (25.441 en 1989) y continuado por Joan Gaspart, quien tuvo que dimitir en febrero pasado, a causa de la crisis que vivía la entidad.

Las negociaciones con el Manchester United por David Beckham han decantado seguramente la balanza, a pesar de que todos los rumores apuntan a que la estrella inglesa difícilmente recalará en el Barcelona. El «efecto Beckham» ha podido ser determinante a la hora de las votaciones, aunque no tanto como por la capacidad de ilusionar que tiene el equipo de Laporta. Los socios, después de cuatro años de fracasos, buscaban motivaciones y ha dado en el clavo.

El talante de la Fórmula Laporta ya se ha dejado notar. Anunció que iba a retirar el recurso presentado ante la justicia ordinaria y que enfrentaba al Barcelona con la Federación Española. La intención es que el próximo domingo se cumpla el primer partido de sanción contra el Celta, encuentro que se jugaría en Lleida.

Bassat fue el gran derrotado. Su fórmula de conseguir un buen número de virtuosos en la directiva no le dio resultado. Cuando consiguió los apoyos de Salvador Alemany, Miquel Roca y Josep Guardiola, pensó que lo tenía todo hecho, pero no fue así.

El publicista tiene un discurso débil, aportó muchas ideas y cuando las mostró, no convencieron a nadie, como después de explicar cuál sería su modelo de fundación, lo cual desató las críticas de todos los rivales, quienes consideraban que el control del club estaría en poder de elementos externos. Fue una sorpresa el resultado obtenido por Jordi Majó, que obtuvo unos buenos votos y se presentó como un candidato de futuro. También es respetable el logrado por José María Minguella y Josep Martínez-Rovira. Por contra, los resultados de Jaume Llauradó no estuvieron, ni mucho menos, a la altura de los presupuestos que manejaron y obtuvo 987 apoyos, lo cual levanta sospechas sobre las 6.057 firmas que presentó en su día.

Minguella resarció su imagen pública, Martínez-Rovira buscó la sombra del árbol nuñista, pero no la obtuvo y Llauradó pagó los errores cometidos en la precampaña, cuando se le acusó de falsificar firmas e, incluso, de pagar por las adhesiones recibidas.

La jornada batió todos los récords de participación. Hasta ahora el tope estaba en 45.888, pero quedó superado ampliamente (50.745) y más de la mitad de los socios de la entidad votaron, a pesar de lo caluroso del día. Por el Mini Estadi apareció todo el entorno barcelonista. Desde Núñez a Cruyff, nadie quiso perderse la cita. También estuvo Joan Gaspart; el presidente accidental (Enric Reyna) y el presidente de la gestora, Joan Trayter.