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Efe|VIGO
La sexta parada de Radomir Antic en el fútbol español concluyó de forma abrupta, tan dos meses después de llegar a Vigo, al admitir que no puede enderezar el rumbo del Celta, una nave a la deriva, que comenzó navegando en la Liga de Campeones y, ahora, teme naufragar en Segunda. Antic deja al Celta en el penúltimo puesto, eliminado de la Liga de Campeones y con la sensación de que es un equipo ingobernable, sometido a los vaivenes del entorno. El técnico llegó a Vigo el pasado 28 de enero y, en dos meses, ha tenido que capear todo tipo de temporales; una juerga de parte de la plantilla tras la derrota contra el Sevilla, numerosas lesiones, decisiones arbitrales comprometidas y la sombra de la duda que levantó el supuesto intento de compra del partido contra el Racing. Antic, que llegó a Vigo convencido de que podría devolver al Celta la ilusión por ser protagonista, se ha bajado en marcha, presionado por la afición y ante el temor de añadir a su historial un tercer descenso.

Zaragoza, Real Madrid, Oviedo en dos ocasiones, Atlético de Madrid, en tres, y Barcelona confiaron previamente en este técnico, nacido el 22 de noviembre de 1949 en Zitiste (Serbia), que siempre se ha resistido a abandonar el fútbol español, porque considera que aún tiene cuentas pendientes con él. Antic, sin embargo, confiaba en recuperar a unos jugadores que, un año antes, habían hecho historia en la entidad, al clasificarla a la Liga de Campeones. Era, precisamente, la competición europea la gran ilusión de Antic, pero tampoco tuvo suerte en un sorteo que le emparejó con el Arsenal, el mejor equipo inglés del momento y uno de los candidatos al título.

Pese a la digna actuación céltica, el Arsenal se mostró superior tanto en Balaídos (2-3) como en Londres (2-0) y la eliminación terminó por lastrar el rendimiento en la Liga de una plantilla triste. Antic no logró con el Celta más que dos triunfos y un empate en nueve partidos de Liga. No sumó más que siete de 27 puntos posibles y agotó la paciencia de una afición que teme el descenso. El domingo, tras perder contra el Zaragoza (0-2), Antic afirmó que se sentía superado y dio a entender que estaba dispuesto a abandonar el club, decisión reforzada por el acoso al que le sometieron algunos aficionados a la salida del estadio. Antic deja el Celta por la puerta de atrás y escribe una nueva página en un currículo lleno de claroscuros.