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Efe|CÀDIZ
El Real Madrid comenzará la Liga en Cádiz con la obligación de conquistar el título y con Robinho en el banquillo, contra un equipo que vuelve a la división de oro del fútbol español tras deambular durante varias temporadas por Segunda y Segunda División B.

El técnico visitante, Vanderlei Luxemburgo, comenzará así su primera campaña al frente del banquillo madridista, después de aterrizar de emergencia el pasado diciembre con un equipo sumido en una profunda crisis y que según ha declarado no llega a este primer encuentro al cien por cien.

Luxemburgo contará en el once titular con uno de los nuevos fichajes, su compatriota Julio Baptista, como única novedad respecto a la pasada temporada.

Y es que Robinho deberá esperar algún tiempo más para ser titular con el equipo merengue y, aunque no se descarta que dispute sus primeros minutos en Cádiz -donde debutó el ahora vicepresidente blanco Emilio Butragueño-, no será titular, tras dos días muy agitados con presentación incluida en el Bernabéu.

El partido de hoy rememorará el que ambos equipos vivieron en la temporada 1987-88, también con Víctor Espárrago al frente del banquillo local, que tiene desagradables recuerdos para los cadistas por el contundente 0-4.

«No importa que quedemos igual, siempre que repitamos el éxito de aquella temporada» ha repetido el entrenador uruguayo que, sin embargo, tendrá una buena oportunidad de enmendar aquel resultado con un lleno espectacular del Ramón de Carranza, que ha llevado a declarar el choque de «alto riesgo».

A la capacidad de 19.500 espectadores, tras las primeras obras, se unirán 1.800 plazas más.

El Cádiz se presentará con dos importantes bajas, la de Iván Ania, lesionado con una rotura de fibras, y la del joven delantero paraguayo Javi Acuña, que aún no ha recibido el pase internacional necesario para poder debutar con su nuevo equipo.