El jugador holandés Wesley Sneijder (d) celebra con sus compañeros tras marcar el 1-0 en el partido entre Holanda y Japón en el estadio Moses Mabhida de Durban. | Efe

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Holanda: Stekelenburg, Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Gio Van Bronckhorst, Van Bommel, Sneijder (Afellay, m.82), Van der Vaart (Elia, m.72), De Jong, Kuyt y Van Persie (Huntelaar, m.87).

Japón: Kawashima, Nagatomo, Nakazawa, Tulio Tanaka, Komano, Yuki Abe, Matsui (Nakamura, m.64), Hasebe (Okazaki, m.76), Endo, Okubo (Tamada, m.76) y Honda.

Goles: 1-0, m.53: Sneijder

Àrbitro; Héctor Baldassi (ARG). Mostró tarjeta amarilla a Van der Wiel (m.36)


Wesley Sneijder dio impulso a Holanda, que se arrimó a los octavos de final tras deshacerse de la resistencia de Japón y constatar su dominio del Grupo F, que completan Dinamarca y Camerún, su próximo rival antes de plasmar su avance en Sudáfrica 2010.

El centrocampista del Inter, ex jugador del Real Madrid, fue el motor 'orange' pero también el autor de la victoria. De un disparo lejano logró quebrar el aguante rival y encarrilar un éxito puesto en entredicho durante muchos minutos por un adversario áspero y ordenado, pero aún inexperto y sin pólvora.

Ninguno de los técnicos repitió equipo. En Holanda, Bert Van Marwijk decidió prescindir del atacante del Liverpool Ryan Babel y del zaguero del PSV Eindhoven Andre Ooijer para dar entrada, respectivamente, a Nigel De Jong y a Gregory Van der Wiel, que se situó en el lateral derecho y desplazó al centro a John Heitinga.

Pero más alteraciones efectuó Takashi Okada, que trastocó más de la mitad de la defensa respecto a la que salió ante Camerún. Incluido el meta Seigo Narazaki, que dejó su puesto a Eiji Kawashima. Además, dejó en el banco al zaguero Alsuto Ucheda y al centrocampista Shunsuke Nakamura y al delantero Shinji Okazaki.

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Apuntaló la retaguardia con Yuichi Komano y Yulo Nagatomo. Y en ataque buscó la velocidad de Yasuhito Endo. Las cartas niponas estaban claras.

Japón mostró de inicio su respeto al rival. De hecho, aguardó a la espera de ver los movimientos holandeses. El balón fue del bloque de Van Marwijk. Tiene hombres para ello. Especialmente Wesley Sneijder, respaldado por De Jong y por Mark Van Bommel.

A pesar del movimiento de sus puntas, reforzadas con la aparición del madridista Rafael Van der Vaart, el dominio holandés fue ficticio en la primera parte. Excesivo manejo y poca profundidad.

Los intentos caían en la trampa nipona. Estratégicamente perfecta. De hecho, fue Japón el que antes puso a prueba la meta rival con un disparo de Yoshito Okubo que se marchó fuera.

El dominio holandés perdió gas y el cuadro de Takeshi Okada se animó. Daisuke Matsui se encontró a gusto y movió con orden al equipo.

La vuelta del descanso acentuó el dominio europeo. Sin embargo fue en una acción aislada donde Holanda encontró petróleo. Wesley Sneijder desatascó a su equipo con un zapatazo desde fuera del área. Respuesta a un precipitado despeje japonés en el lanzamiento de un saque de esquina. Kawashima llegó a tocar el tiro. Pero el balón entró.

No es una selección conformista Japón, decidida a hacer ver su progresión. Intentó arrinconar a Holanda mientras Okada daba entrada a Shunsuke Nakamura, uno de sus talentos, ex jugador del Celtic y Espanyol, que, inesperadamente comenzó el partido desde el banquillo.

Okubo tuvo cerca el empate con un tiro que salió cerca de Maarten Stekelenburg.

El seleccionador nipón echó el resto a falta de un cuarto de hora. De una tacada dio entrada a los atacantes Kejii Tamada y Shinji Okazaki. Pero para entonces Holanda ya transitaba a sus anchas. Con espacios y alentado por la velocidad de sus puntas, como la de Eljero Elia, que entró por Van der Vaart, que buscaron la sentencia a la contra.

Pudo llegar en cualquiera de las dos que tuvo Ibrahim Afellay, sustituto de Sneijder, en los cinco minutos previos al cierre. Enfiló solo y de cara, en ambas, a Kawashima, que impidió que el triunfo holandés fuera más amplio.