Sporting: Cuéllar; Lora, Botía, Gregory, José Angel: Eguren (Nacho Novo m. 62), Rivera; Carmelo (Bilic m. 59), De las Cuevas, Diego Castro, y Sangoy.
Málaga: Arnau; Jesús Gámez, Kris, Welligton, Mitiliga, Quincy (Portillo m. 69), Apoñó, Eliseu (Fernando m. 87), Recio, Duda y Rondon (Baha m. 76)
Goles: 1-0 Diego Castro, de penalti (m. 41), 1-1: Wellinton (m. 45), 1-2: Apoño, de penalti (m. 58)
Àrbitro: Teixeira Vitienes. Mostró tarjeta amarilla a Kris (m. 27), Mitiliga (m. 39), Eliseu (m. 40), Eguren (m. 48), Cuéllar (m. 57), Botía (m. 67), De las Cuevas (m. 84) y Bilic (m. 88)
El Sporting de Gijón se ha dejado otros tres puntos con un rival directo en la lucha por la permanencia, el Málaga, tras un pésimo partido en el que falló en los dos goles encajados y que finalizó con una enorme bronca de los aficionados a un equipo desconocido para ellos.
Preciado suele sorprender con cambios en casi todos los partidos pero pocos podían esperar que en el primero del año el guardameta Cuéllar entrase en el equipo titular en detrimento de Juan Pablo, que la pasada temporada había jugado todos los minutos de liga y que en ésta iba por el mismo camino.
Los dos equipos demostraron a las claras porque ocupan posiciones de descenso y la primera parte el fútbol brilló por su ausencia en El Molinón, con un Málaga que acumulaba mucha gente atrás y un Sporting que era incapaz de acercarse a las inmediaciones del área visitante y que además ni siquiera lo intentaba desde lejos.
El Málaga buscaba el juego que más le conviene a la velocidad de jugadores como Eliseu o Quincy, y un pase de éste sobre la penetración de Rondón creó la primera situación de peligro, pero el delantero malacitano erró el disparo y Cuellar lo detuvo.
Con el Sporting dominando territorialmente pero sin crear el más mínimo peligro los minutos fueron pasando y poco a poco el Málaga fue equilibrando el tiempo de posesión de balón, pero también de una manera inoperante.
Sin embargo, en los últimos cinco minutos de la primera parte se produjeron dos goles, el primero en un penalti por mano de Mitiliga, muy protestado por el equipo andaluz que transformó con seguridad Diego Castro y el segundo cuatro minutos después en una jugada que ha sucedido varias veces esta temporada en la que los rojiblancos fallan colectivamente.
Carmelo hace falta tras perder un balón a medio camino entre la línea de área y la de medio campo, cuestión que aprovecha Duda para sacar rápido y la defensa sportinguista no acierta ni a despejar el balón ni a obstaculizar a Welligton, que tocó lo suficiente como para batir a Cuéllar y levantar una sonora protesta en el graderío.
En la reanudación, al Sporting le costaba saber que hacer cuando tenía el balón y el único que encaraba con verticalidad al rival era De las Cuevas, pero sus centros o pases nunca encontraban rematador, lo que aumentaba el desconcierto en el campo y el cabreo en la grada.
En una de tantas pérdidas de balón de los centrocampistas locales Eliseu robó el balón y se internó con velocidad y Cuéllar, en su salida, le arrolló. Claro penalti que nadie protestó y que transformó Apoño en medio de una pitaba generalizada desde las gradas.
El Sporting se olvidó de tácticas y esquemas y se fue con todo a darle la vuelta al partido aprovechando también que el Málaga retrocedió metros para defender un botín que había conseguido aprovechando los fallos del equipo gijonés, pero los minutos pasaban y las oportunidad de dar la vuelta al marcador se esfumó.
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