Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Milito, Adriano, Mascherano, Xavi, Iniesta (Afellay, min.81), Messi, Bojan (Keita, min.68) y Villa (Jeffren, min.89).
Getafe: Codina; Víctor Sánchez, Cata Díaz, Marcano, Miguel Torres, Borja, Casquero (Miku, min.60), Manu, Parejo (Mosquera, min.75), Albín y Arizmendi (Sardinero, min.67).
Goles: 1-0: Alves, min.17. 2-0: Bojan, min.50. 2-1: Manu del Moral, min.88.
Àrbitro: Muñiz Fernández (Colegio asturiano). Mostró tarjeta amarilla a Alves (min.2), Cata Díaz (min.25), Villa (min.30), Mosquera (min.87) y Xavi (min.92).
Mientras Eric Abidal afronta su partido más importante, sus compañeros le dedicaron la victoria en el suyo, ante el Getafe, el primero que juegan sin él desde que se le detectara un tumor.
En una tarde emotiva, el Barcelona cumplió ante el Getafe (2-1) y despidió una semana para olvidar: la que empezó con una información radiofónica que le relacionaba con prácticas de dopaje y prosiguió con la noticia de que al lateral azulgrana se le había detectado un tumor en el hígado.
No salió bien el Barça al choque, demasiado impreciso, innecesariamente sobrexcitado. Quizá por todo lo acontecido en los últimos días y por ese homenaje que jugadores y afición tributaron a 'Abi' justo antes de que empezara el partido.
Al equipo de Pep Guardiola le cuesta a veces gestionar las sobrecargas de emotividad y resulta mucho más efectivo cuando su fútbol academicista se desprende de sentimientos y se dedica con precisión quirúrgica a la ocupación de tiempos y espacios.
Diecisiete minutos empleó en serenarse el Barça, los que tardó el marcador en moverse. Alves pateó un balón suelto en la frontal y batió a Codina con un enorme derechazo.
A partir de ahí, el Getafe, que hasta entonces había presionado muy arriba la salida del balón del rival, retrasó más sus líneas -no por convicción, sino por necesidad- y el Barcelona fue ganando terreno.
Antes del 1-0, Messi ya había avisado con una chilena y una vaselina que no acabaron dentro por poco. Pero el Barça no empezó a ser el Barça hasta después del golazo de Alves.
Aún así, el equipo de José Miguel Gonazlez, 'Míchel', tuvo un par de opciones de sorprender a la contra, primero con un tiro desviado de Arizmendi y, a la media hora, con un disparo a bocajarro de Casquero que Víctor Valdés sacó con los pies.
El resto del tiempo, el balón y el juego fueron para el conjunto azulgrana, que con su fútbol de orfebrería fabricó media docena de clarísimas ocasiones de gol. Xavi, Messi y Villa tuvieron el 2-0 antes del descanso, pero el marcador no se movió.
El Getafe es un equipo con desparpajo, de esos que gustan jugarle al rival de tú a tú, cuando tiene ocasión. Y con ese propósito salieron los de Michel en la segunda parte, con Manu del Moral y Arizmendi estirando el campo y Parejo recibiendo algo más adelantado.
No contaba, no obstante, con el temprano gol de Bojan, un golpeo con la zurda que rebotó en la defensa del equipo madrileño y dejó clavado a Codina a los cinco minutos de la reanudación.
El tanto del delantero catalán, que hoy cumplía cien partidos en Primera, cayó como una losa en un Getafe que por momentos dejó de creer en sus posibilidades.
El Barça se gustó a partir de entonces. Cada vez más entonado, cada vez robando más arriba y con un Mascherano inconmensurable en la destrucción, bordó el fútbol en un gran cuarto de hora en el que, sin embargo, no estuvo acertado de cara al gol.
El partido fue perdiendo gas, poco a poco, los de Guardiola se dejaron ir en exceso y el Getafe, ya no tan exigido atrás, logró recomponerse, aunque sin llegar a inquietar a Valdés.
Sin embargo, un remate de Manu del Moral a la salida de un córner a falta de dos minutos para el final puso el 2-1 en el marcador y toda la emoción al partido. Albín, en la última jugada del choque, pudo empatar, pero erró en el control y el balón lo sacó Adriano.
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Para completar la semana dramática del Barça sólo ha faltado el empate del Getafe en el último minuto, que ha estado a punto.Messi y David Villa están, en puntería, como la carabina de Ambrosio. Y la próxima jornada, el submarino amarillo, el Villarreal, que es un aguafiestas para el Barça.