Miquel Vidal, Antoni Oliver, Pere A. Serra, Joan Forteza y Jesús Boyero. | Jaume Morey

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El 95 aniversario del Alfonso XIII reunió a un buen grupo de mallorquinistas incondicionales de los que no se puede poner en duda su absoluto amor a los colores rojo y negro. Francisco Llabrés, el presidente de la Hermandad de Alfonsinos fue el anfitrión de una jornada que tuvo en el almuerzo en Es Molí d'es Comte su traca final. Históricos del club balear como Buades Costa, que marcó una época en la directiva, al igual que Miquel Contestí, no faltaron a la cita de cada año. Futbolistas que son historia viva como Bolao, Mir, Forteza, Cobo o Martí Mora compartieron abrazos y anécdotas y Antoni Oliver, del Grupo Oliver y que fue el que entregó el trofeo Sinatra, tuvo unas palabras del todo acertadas para Serra Ferrer. «Gracias a él, el Mallorca es un valor en alza». Y es que este club sigue empeñado en seguir sobreviviendo a todos los problemas que se le van presentando y de ahí el deseo que lanzó Pere Serra al final de su discurso. «Esperemos que dentro de cinco años podamos celebrar todos juntos el centenario», dijo ante los cerca de doscientos asistentes a la comida. El periodista Miquel Vidal presentó a los dos homenajeados y lo hizo como en él es habitual, hablando de memoria, de carretilla y sin mirar un solo papel. Del entrenador de sa Pobla ensalzó su figura como técnico recordando que ha sido «el mejor entrenador que ha dado Balears en toda su historia».

De Pere Serra recordó su faceta como periodista y como impulsor de múltiples iniciativas y aseguró que «empecé trabajando con él y profesionalmente moriré trabajando para él». La Federació de Penyes estuvo representada por Rafel Martorell y Pello Amengual y también asistió Joan Miquel Aguiló, presidente de la Asociación de Copropietarios del Lluís Sitjar, que siempre ha declarado su respeto por quienes representan al fundador del club. Miquel Bestard, presidente de la FFIB compartió mesa con Jaume Cladera. El ex conseller demostró que sigue ganando adeptos a su figura y que representa con señorío al club balear. Un club que suma ya 95 años y sigue tan joven como siempre.