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Sevilla 3 - 1 Espanyol

Sevilla: Diego López; Cicinho, Fazio, Botía (Cala, m.51), Fernando Navarro; Jesús Navas, Medel, Rakitic (Babá, m.77), Luna; Reyes (Campaña, m.59) y Negredo.

Espanyol: Kiko Casilla; Galán, Colotto, Forlín, Capdevila; Víctor Sánchez, Raúl Baena, Tejera (Longo, m.90); Christian Alfonso (Rui Fonte, m.76), Simao (Mattioni, m.86); y Stuani.

Goles: 1-0, M.04: Fazio. 1-1, M.69: Christian Alfonso. 2-1, M.83: Cala. 3-1, M.94: Negredo, de penalti.

Árbitro: Miguel Ángel Pérez Lasa (Comité Vasco). Expulsó en el minuto 94 al españolista Galán por dos tarjetas amarillas. Además, amonestó a los visitantes Raúl Baena (m.40), Simao (m.71), Capdevila (m.82), Galán (m.85), Forlín (m.89) y Víctor Sánchez (91) y al local Cicinho (m.59), Galán (93).

El Sevilla ha tomado ventaja en esta eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey gracias a la pasividad del Espanyol en las postrimerías del choque, al dejar que un rival muy apático le marcara dos tantos para poner el 3-1 y echar por tierra un empate a uno que se llevaba para Barcelona.

El partido le sirvió a ambos entrenadores para darle minutos a jugadores que habitualmente no tienen muchos en la Liga y para que los futbolistas se pudieran reivindicar y mostrar que pueden gozar de más oportunidades.

Uno de estos era el meta del Espanyol Kiko Casilla y pronto una indecisión suya acabó en el balón en un saque de esquina y del lanzamiento llegó a los cuatro minutos de juego el primer tanto sevillista, obra de otro de los jugadores, el central argentino Federico Fazio, que pide confianza en sus posibilidades.

Fazio remató de cabeza con potencia y precisión y puso el 1-0 prácticamente sin que los jugadores hubieran roto a sudar y sin darle tiempo al equipo barcelonés a mostrar sus intenciones después de haber recuperado algo la moral en la Liga tras tres partidos sin perder.

El entrenador sevillista, José Miguel González 'Míchel', había avisado de que su equipo debía mejorar en aspectos defensivos, ya que claros fallos le han supuesto tantos en contra en los últimos partidos que, en el caso del último en Zaragoza, supusieron la derrota.

Además, encajar goles como local en la Copa del Rey es más preocupante a la hora de afrontar la vuelta como visitante y el Sevilla, por ello, pareció querer guardar bien su meta y que la iniciativa la llevara el Espanyol para sorprenderle a la contra.

Christian Alfonso, a la media hora, gozó de la primera ocasión y única de los españolistas en la primera parte, pero Diego López, que sustituía en la portería a Andrés Palop, estuvo atento, mientras que el uruguayo Cristhian Stuani, el otro delantero que puso el técnico argentino Mauricio Pochettino, estuvo más controlado.

Por el extremo izquierdo del ataque visitante lo intentó el portugués Simao Sabrosa, otro de los que volvió al equipo después de varias jornadas fuera por decisión técnica, pero el juego de ataque era deslavazado y encontró poca colaboración, con lo que hasta el descanso hubo muy poco ante la aparente falta de ambición de la formación andaluza y de la falta de operatividad de la catalana.

Pronto avisó el Espanyol en la segunda parte que un tanto en el Sánchez Pizjuán era importante para la vuelta en el Cornellá-El Prat y Diego López tuvo que intervenir otra vez con acierto y poco después Ernesto Galán y Christian Alfonso culminaron mal unos contragolpes, acciones que evidenciaron las imprecisiones de los locales, que cuando estuvieron con opciones de lograr el segundo tampoco lo vieron claro.

Así llegó lo más lógico, que el Espanyol empatara, porque la endeblez de los sevillistas dejó muchos espacios libres a sus rivales en las inmediaciones de área y a los 69 minutos Christian Alfonso sí conectó un buen remate por bajo y ajustado que propició el tanto.

El equipo de Míchel no reaccionó al tanto encajado y pareció cogerle asco al choque en la misma medida que los de Pochettino se conformaron con el empate, pero en las postrimerías, tras una jugada a balón parado, llegó el balón al central Juan Torres Cala, quien acertó con la portería para poner el 2-1.

La historia no acabó ahí, porque en la prolongación Álvaro Negredo, de un penalti que le había hecho Ernesto Galán, consiguió el 3-1 definitivo.