Un momento de la semifinal de la Copa del Rey. | Reuters

TW
1

En muy pocas ocasiones el clásico del fútbol español, un partido que levanta pasiones y detiene el mundo del fútbol, ha sido tan intrascendente como el de Liga que disputarán mañana, sábado, en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid y el Barcelona.

El equipo blanco busca la victoria sólo por orgullo y para agravar la herida que le abrió a su gran rival el pasado martes en la Copa del Rey, mientras que el Barcelona, líder indiscutible de la Liga, con 16 puntos de ventaja sobre el conjunto blanco, confía en devolver el golpe y recuperar la moral perdida.

Una sola derrota en los ocho últimos clásicos y un golpe en la mesa asestado en el Camp Nou, apeando al vigente campeón copero de la competición con un contundente triunfo (1-3), son hechos que muestran el crecimiento del Real Madrid en sus pulsos con el Barça desde la llegada de José Mourinho.

El técnico portugués parece haber tomado la medida al mejor Barcelona de todos los tiempos. Con la Liga virtualmente sentenciada a favor del conjunto catalán, optará por las rotaciones. La mente puesta en una nueva 'final', la que el martes vivirá el Real Madrid en la visita al mítico Old Trafford con el empate a uno de la ida que le obliga en Liga de Campeones a repetir la hazaña del Camp Nou.

Todo apunta a que jugadores como Raphael Varane, Xabi Alonso, Mesut Özil y Gonzalo Higuaín tendrán descanso y no estarán en el equipo titular, y que Cristiano Ronaldo, el líder e icono madridista, que lo quiere jugar todo, será titular.

Mourinho podría complacerle y el futbolista portugués intentará ganar un nuevo pulso a Leo Messi antes de regresar a la que fue su casa en Manchester.

Llegará la oportunidad en el centro del campo para Michael Essien y Kaká, a quien no le sirvió su brillantez en tres partidos consecutivos para tener un minuto en el Camp Nou en Copa. Tampoco lo tuvo Karim Benzema, que será titular en Liga tras publicarse un nuevo incidente con su coche por exceso de velocidad. En el campo el Real Madrid necesita sus goles. No los ha aportado en los cuatro últimos partidos en los que de nuevo Gonzalo Higuaín parece haberle ganado la partida.

En el capítulo de bajas, por el bando madridista Mourinho sufre dos. La del capitán Iker Casillas en la portería, por lesión, y la de Ángel Di María, sancionado por su expulsión en Riazor, donde recibió dos cartulinas amarillas en 14 segundos.

Llega el clásico en un horario poco habitual. El Real Madrid lo quiso jugar el viernes, pero no prosperó la idea. El Barcelona accedió a jugar a primera hora del sábado y el Santiago Bernabéu presentará una gran entrada a las 16.00 horas, con la afición madridista eufórica tras apear al gran enemigo de la final de Copa y con el deseo de insuflar ánimos para el inminente duelo ante el Manchester United.

Al estadio madridista llega un Barcelona con ganas de desquitarse del mal sabor que le dejó el 1-3 del pasado martes en el Camp Nou, donde no acertó a hacerle mal a un Real Madrid que parece haberle tomado la medida. El equipo azulgrana tiene la mente puesta en una Liga que domina con claridad con rumbo fijo hacia el título.

La ventaja de dieciséis puntos es un gran colchón y le permite encarar el duelo de forma muy diferente al del pasado martes, también en parte porque los compromisos europeos del rival posiblemente generarán otra atmósfera.

Lionel Messi, que ayer no se entrenó, no se espera que cause baja en el partido a pesar de la ligera fiebre que padeció, según el club, mientras que Xavi Hernández sufre una rotura en el bíceps femoral del muslo derecho y se pierde el clásico. De hecho estará de baja entre diez y quince días.

El partido de mañana representa mucho para el ánimo de los barcelonistas. Primero, para poner freno a una serie de encuentros grandes en los que los azulgranas han tropezado (Milan y Real Madrid). Y, segundo, para ganar confianza ante el encuentro de vuelta de octavos de la Liga de Campeones para dentro de dos semanas contra el AC Milan.

El Bernabéu ha sido para los azulgranas un campo talismán en los últimos años, en los que se ha llevado la victoria en tres encuentros de Liga (2-6, 0-2 y 1-3), mientras que en otro firmó un empate (1-1). Después de tantos años de dominio, existe la idea de que el Real Madrid le ha empezado a tomar la medida al Barça porque los resultados se han ido equilibrando.

Las dudas que ha generado el juego azulgrana podrían provocar que Javier Mascherano regresara al eje defensivo, mientras que en el centro del campo también habrá movimientos, igual que en ataque, donde Pedro Rodríguez podría dejar paso a David Villa.

Alineaciones probables

Real Madrid: Diego López; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Essien, Khedira; Callejón, Kaká, C.Ronaldo; y Benzema.

Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Puyol o Mascherano, Jordi Alba; Fábregas, Busquets, Iniesta; Alexis o Tello, Messi y Villa.

Árbitro: Pérez Lasa (comité vasco).