Real Sociedad: Bravo; Carlos Martínez (Estrada, m.76), Mikel, Íñigo Martínez, De la Bella (José Ángel, m.65); Illarramendi, Zurutuza, Xabi Prieto (Pardo, m.67); Vela, Griezmann y Agirretxe.
Valladolid: Dani; Balenziaga, Rueda, Sereno, Rukavina; Rubio (Baraja, m.83), Sastre, Omar, Oscar, Rama (Bueno, m.54); Manucho (Guerra, m.70).
Árbitro: Clos Gómez (Comité aragonés). Tarjeta amarilla a Balenziaga.
Goles: 1-0, m.33: Griezmann. 2-0, m.39: Agirretxe. 3-0, m.43: Griezmann. 4-0, m.48: Xabi Prieto. 4-1, m.87: Javi Guerra.
La Real Sociedad goleó por 4-1 con un fútbol exquisito a un Valladolid que aguantó media primera parte y avisa de que va muy en serio en su lucha por la cuarta plaza, que clasifica para la Liga de Campeones.
El equipo guipuzcoano está en racha y le sale todo lo que intenta, de forma que después de unos minutos de tanteo ante un Valladolid prudente que quería aguantar el resultado, comenzó una nueva exhibición blanquiazul.
El francés Griezmann, que en el encuentro de la primera vuelta había marcado los dos goles con los que la Real empató aquel encuentro, quiso dejar claro que el Valladolid se le da bien y marcó un tanto de oportunismo tras una acción defensiva deficiente de los pucelanos.
Esta diana dio alas a los donostiarras, que encerraron al equipo de Miroslav Djukic y unos instantes después llegó el segundo, obra de Agirretxe, que logró un bonito gol.
Anoeta era una fiesta en este tramo final del primer periodo y otra acción de calidad de Griezmnan, a un pase largo de Zurutuza, elevó el 3-0, que motivó una ovación de la grada a la plantilla en su marcha a vestuarios que hacía mucho tiempo que no se escuchaba en el estadio donostiarra.
La segunda mitad empezó como terminó la primera; los donostiarras lejos de relajarse apretaron a su rival y enseguida llegó el cuarto gol, el más bonito de la tarde, materializado por Xabi Prieto tras una jugada bordada entre Griezmann, Carlos Martínez y el propio capitán blanquiazul.
El once pucelano pudo acortar distancias instantes después, aunque el partido estaba imposible, en un mano a mano del angoleño Manucho con Bravo que permitió también que el cancerbero chileno, hasta ese momentos un espectador más, fuera jaleado por su público.
El Valladolid logró en los minutos finales salvar el honor. Aprovechó la relajación de los realistas, que no se esforzaron mucho por cerrar espacios, por medio de Javi Guerra, que firmó el definitivo 4-1.
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