Real Madrid: Diego López; Nacho, Albiol, Carvalho, Marcelo (Varane, min. 15); Casemiro, Modric (Pepe, min. 63); Callejón, Özil, Cristiano y Benzema (Higuaín m. 73).
Betis: Adrián; Chica, Paulao, Amaya, Álex Martínez; Cañas (Rubén Pérez, min. 67), Beñat; Pabón, Nosa (Jorge Molina, min. 46), Campbell (Vadillo, min. 59); Rubén Castro
Goles: 1-0, min 45: Özil. 2-0, min. 57: Benzema; 2-1, min. 73: Jorge Molina, de penalti; 3-1, min. 90: Özil.
Árbitro: Álvarez Izquierdo. Mostró cartulina amarilla al jugador del Betis Cañas (min. 55) y los del Real Madrid Nacho (min. 72), Higuaín (min. 79) y Cristiano (min. 82).
El Real Madrid ganó 3-1 al Betis y solventó un trámite incómodo y accidentado que acabó con las lesiones de Marcelo, Benzema, Carvalho y Modric antes del partido de Liga de Campeones que disputará esta semana ante el Borussia de Dortmund, clave para marcar el éxito o el fracaso en el presente curso del conjunto blanco.
Se nota que el tramo final de la temporada, el decisivo, está a la vuelta de la esquina. Sin nada que hacer en la Liga, con el Barcelona a nueve puntos de proclamarse campeón, importan más otros frentes como la posibilidad de ganar la décima Copa de Europa.
El Dortmund espera al Real Madrid y por eso Mourinho sacó un once plagado de suplentes que acompañaron a Mesut Özil, Diego López, Karim Benzema y al siempre insaciable Cristiano Ronaldo. No imaginaría el técnico portugués que acabaría el duelo con nuevos inquilinos en la enfermería.
Pero antes de tanto accidente, sorprendió el nombre del brasileño Carlos Henrique Casemiro, un medio centro del filial que llegó al club en febrero con intenciones de quedarse con los mayores. «Voy para jugar en el primer equipo», declaró al poco de llegar desde el Sao Paulo. Dicho y hecho, no ha tardado mucho en debutar, apenas unos meses. Otros, como Jesé Rodríguez, aunque ya ha participado en un par de partidos oficiales, sigue «picando piedra» en el Castilla, donde el canario lleva diecinueve goles en la Liga Adelante.
El caso es que Casemiro se enfundó el traje de Sami Khedira, descansando junto a Xabi Alonso, Ramos y Coentrao, y tampoco mostró nada del otro mundo. Parece un jugador peleón, que puede correr kilómetros, pero con la calidad justa para cumplir. Nada más. Tal vez, lo suficiente para que el Real Madrid dominara la primera media hora del partido.
Con Cristiano Ronaldo hambriento, el cuadro madridista mantiene la ansiedad justa para seguir ganando partidos de Liga por inercia. El portugués tira del equipo, que muchas veces parece esperar con qué va a sorprender el luso. Pocos ofrecen desmarques, sólo José Callejón, único que da alternativas a la poca movilidad merengue.
Pese a ese dominio inicial, sólo llegaron algunos acercamientos con Benzema, un punto por encima de su temporada extraña, y con una ocasión clara para Cristiano, que remató de cabeza un córner que sacó como pudo Adrián. A partir de ahí, el Betis, con Beñat inspirado, junto a Pabón, Campbell y Rubén Castro, pura dinamita arriba, cogieron el balón y comenzaron a sumar ocasiones.
Primero, Pabón disparó fuera desde lejos; después, Beñat hizo lo mismo pero paró Diego López; Campell dentro del área, de volea, la tiró fuera; también lo intentó Rubén Castro de cabeza, sin oposición, para mandar la pelota por encima del larguero; y Cristiano interrumpió el carrusel bético con un tiro al palo que respondió Pabón mandando un balón al larguero.
Entonces aparecieron Özil y Benzema, en el minuto 45, para hacer una pared y dar en el clavo. El alemán no falló en el mano a mano ante Adrián y subió el primer gol blanco al marcador en un momento de ciertas dudas. Justo antes del descanso. Psicológico. Y con prolongación, porque a los diez minutos de la reanudación, Benzema hizo el segundo tras aprovechar un paso de Cristiano.
El núcleo duro de los jugadores que estaban sobre el césped consiguieron hacer olvidar el debate de cada semana sobre si Mourinho seguirá o no. Desde un club de barrio, el Canillas, salió la noticia de su marcha de la entidad madridista. El equipo «B» blanco se dedicó a jugar al fútbol sin más. Sin alardes, pero cumplió. Sólo el tanto de Jorge Molina, de penalti, a 18 minutos del final, inquietó un poco al Bernabéu.
Esa inquietud alcanzó su máxima expresión cuando Rubén Castro, en el 89, casi empata tras mandar un balón al larguero. Después, Özil, como si se tratara de un destino cruel, hizo el tercero, pero el Real Madrid no salió totalmente indemne. Mourinho perdió a varios jugadores por lesión y los daños colaterales fueron demasiados en un partido de tramite con el Dortmund en el horizonte. Europa espera al Real Madrid. El Betis se aleja de ella.
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