Hércules: Falcón; Juanma Ortiz, Pamarot, Borja Gómez, Peña; Javi Hervás (De Lucas, m.46), Héctor Yuste (Sardinero, m.66), Sissoko; Assulin, Eldin y Portillo (Dioni, m.66).
Eibar: Irureta; Lillo, Albentosa, Raúl Navas, Kijera, Diego Rivas, Dani García, Capa (Morales, m.46), Eizmendi, Jota (Errasti, m.63) y Arruabarrena (Urko Vera, m.73).
Árbitro: Figueroa Vázquez (Colegio Andaluz). Sin tarjetas.
Hércules y Eibar han empatado a cero en el estadio Rico Pérez tras un partido en el que los alicantinos se mostraron incapaces de superar el buen trabajo defensivo de un rival que tuvo sus opciones de marcar al contragolpe.
Con este empate, alicantinos y guipuzcoanos encadenan seis y cinco jornadas sin ganar, respectivamente, aunque el punto deja mejor sabor de boca en el cuadro visitante.
En el Hércules, el resultado ahonda la crisis deportiva del equipo y deja al técnico Quique Hernández en una situación complicada.
El primer cuarto de hora fue de claro dominio del Hércules, que se apoderó del balón y llegó de forma continuada al área eibarresa, con un Gai Assulin muy activo, que remató hasta en tres ocasiones desde dentro del área.
Al cuarto de hora de partido, Irureta evitó que un cabezazo de Eldin se convirtiera en el primer gol y a partir de ese momento el choque empezó a equilibrarse.
El conjunto alicantino tuvo más el balón en su poder pero al Eibar se le notaba cada vez más cómodo e, incluso, se atrevía a estirarse en ataque.
Eizmendi se convirtió en el jugador más peligroso de los guipuzcoanos con sus internadas por banda izquierda, aunque no encontró un compañero que rematara a la portería de Falcón.
En el descanso, el Hércules pareció reponer fuerzas y en dos minutos, del 51 al 52, estuvo realmente cerca de inaugurar el marcador.
Primero fue en un cabezazo de Sissoko que sacó Raúl Navas cuando el balón ya se colaba en la portería eibarresa. Después fue el portero Irureta el que privó del gol a los alicantinos al despejar un disparo de Eldin.
El Eibar, no obstante, se mantenía firme y cómodo en defensa y cuando conseguía salir al contragolpe lo hacía con peligro. Especialmente a través de Eizmendi, que en la segunda parte cambió de banda y pasó a jugar en la derecha.
El extremo del Eibar fue un quebradero de cabeza para la defensa alicantina, probó fortuna en varias ocasiones y un centro suyo también lo cabeceó Urko Vera a las manos de Falcón.
El Hércules era incapaz de reaccionar. Tenía el balón pero no conseguía generar peligro, lo que sí que consiguió de nuevo Urko Vera a falta de cuatro minutos en un remate que salió por encima del larguero.
En el tiempo de añadido, el propio delantero consiguió alojar el balón en la portería alicantina, pero la jugada ya estaba anulada por fuera de juego.
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