España: Kepa, Odriozola, Piqué (Bartra, m.46), Ramos (Nacho, m.46), Jordi Alba, Busquets (Saúl, m.46), Thiago, Iniesta (Luis Alberto, m.74), Silva, Isco (Asensio, m.65) y Morata (Iago Aspas, m.46).
Costa Rica: Carvajal; Kendall Waston (Matarrita, m.66), Óscar Duarte (González, m.56), Francisco Calvo; Gamboa, Celso Borges, Tejeda, Bryan Oviedo, Bolaños (Wallace, m.60); Ureña (Ortiz, m.56) y Venegas (Osvaldo, m.75).
Goles: 1-0, m.6: Jordi Alba. 2-0, m.23: Morata. 3-0, m.51: Silva. 4-0, m.55: Silva. 5-0, m.73: Iniesta.
Árbitro: Anastasios Sidiropoulos (Grecia). Amonestó a Thiago por España; y a Waston por Costa Rica.
Incidencias: encuentro amistoso disputado en el estadio La Rosaleda, abarrotada, con 30.000 espectadores en las gradas. Se guardó un minuto de silencio por los exinternacionales, Manolo Sanchís y Feliciano Rivilla, y por el humorista malagueño Chiquito de la Calzada.
España goleó a Costa Rica en La Rosaleda, el reino de Isco Alarcón que se marchó lesionado tras un recital colectivo de fútbol, con una primera parte repleta de brillantez ante un rival que añoró a sus referentes Keylor Navas, Joel Campbell y Bryan Ruiz, y que fue goleada por un equipo que ilusiona.
La selección española enamora con su estilo de fútbol y un grupo de jugadores con hambre renovada y acertados retoques de Julen Lopetegui, que hicieron disfrutar a La Rosaleda y cualquier espectador que asistió a un recital ante una Costa Rica superada. Tocan con tanto criterio y velocidad que empequeñecen a cualquiera. A la vista hace fácil lo que es tan complejo en el juego.
La abrumadora superioridad se plasmó desde el inicio. El ensayo de cara al Mundial de Rusia lo afrontaría Lopetegui con un once de gala en el que se 'cuela' Odriozola para aumentar la competencia a Dani Carvajal. Es potencia pura. Explosividad. Rompiendo siempre con velocidad que encaja a la perfección con la precisión de los pases en largo de los maestros de la medular.
Con Isco siendo profeta en su tierra y poniendo en pie La Rosaleda, el fútbol se desató con la velocidad en el toque de primeras y la movilidad de todos. Nacía en Busquets omnipresente, aumentaba de calidad con Thiago y las conexiones entre Iniesta-Isco-Silva son oro puro. Con el rival encerrado los laterales reciben invitación para subir. Así Jordi Alba avisó nada más arrancar el duelo y a su segundo intentó abrió el marcador. Su zurdazo seco al pase atrás de Silva ya ponía en ventaja a los 6 minutos.
Había tenido una llegada Costa Rica, con un disparo cruzado de Oviedo que no sería más que un espejismo, lejos de la imagen firme con la que ha firmado el pase a la cita de Rusia. Parapetado con tres centrales, acabó sitiado en su terreno con defensa de cinco y corriendo tras el balón para mostrar desesperación en los pocos instantes que lo mantenía. La pérdida de España siempre en zona alta, facilitaba la presión y recuperación rápida.
En el ambiente festivo de la grada contrastó un nuevo debate con Piqué. Los silbidos cada vez que tocaba el balón, ponían el único punto negro de la noche. Provocó que se corease su nombre y que el central no se amilanase y acariciase el gol. Tres testarazos tras saques de esquina y hasta un control con el pecho con posterior disparo alto fue su respuesta con seguridad defensiva.
España mostró como se debe abrir una defensa de cinco. El punta, Morata, cayó siempre a banda izquierda y los espacios los aprovecharon jugadores de segunda línea. Le faltó acierto en el remate en dos acciones antes de encontrar el gol para premiar una preciosa pared entre Iniesta y Silva. El balón muerto lo aprovechó un jugador con hambre de gol para marcar el segundo.
Isco se divertía volviendo a jugar de local en La Rosaleda, lanzaba un túnel para el recuerdo y se asociaba con un Iniesta que de golpe rejuvenecía en el estilo de juego que más le gusta. A los costarricenses les costaba un mundo superar el centro del campo. Solo un desajuste defensivo le permitió ver de cerca el gol. Gamboa en el segundo palo, tras centro lateral, disparo en semifallo y no encontró la puerta del debutante Kepa que no tuvo trabajo en toda la noche hasta el último segundo del partido, cuando sacó una buena mano salvadora para dejar sin goles a su rival.
Ya tuvo faena suficiente Danny Carvajal, desacertado y provocando la añoranza del lesionado Keylor Navas, que dejó su mejor parada volando a una falta de Isco a la escuadra y en un mano a mano que perdonaba inocente Morata en la definición.
En la reanudación el orgullo invitó a Costa Rica a adelantar líneas, buscando la movilidad de Bolaños pero nunca sin argumentos ofensivos de peso para desestabilizar una defensa en la que ya no mandaban Piqué y Ramos sustituidos. Un nuevo arrebato de buen fútbol frenó el intento de reacción e impulsó la goleada.
Fue cuando emergió la figura del máximo goleador de la 'era Lopetegui', un David Silva que está a un paso de entrar entre los tres mejores artilleros de la Roja. Marcó el primero tras otra acción de Iniesta con taconazo de Aspas, que le cayó a placer al canario. Y el segundo tras robar la cartera a Oviedo pegado a la banda y chutar de zurda raso entre las piernas de Carvajal. Era su gol 35.
El partido bajaba de ritmo cuando llegó la acción fea con una durísima entrada de Waston a Isco, que provocó la petición de cambio del mago malagueño. Cojeando se marchó con la afición en pie antes de que Iniesta pusiese el broche a su gran encuentro con un derechazo desde fuera del área al que reaccionaba tarde Carvajal y el debut de Luis Alberto, el octavo con Lopetegui, en una España que enamora e ilusiona de cara al Mundial.
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