Andrés Iniesta y Leo Messi celebran el tanto anotado por el jugador argentino y que permite al Barça tomar la delantera en la eliminatoria. | ANDREW BOYERS

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Le costó ocho partidos y algo más de 12 horas de fútbol, pero el argentino Lionel Messi logró este martes ver portería por primera vez ante el Chelsea para rescatar un valioso empate para el Barcelona en Stamford Bridge (1-1), en el partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones.

En la misma portería en la que en el año 2009 el equipo azulgrana celebró el famoso Iniestazo, Messi consiguió batir a uno de los pocos equipos que tenía pendientes y evitó que la eliminatoria quedara favorable para el vigente campeón de la Premier League, en ventaja con un gol de William. Los blues, ahora, se tendrán que plantar el próximo 14 de marzo en el Camp Nou buscando el más difícil todavía. Con la necesidad de marcar.
En el primer tiempo solo Paulinho, con un remate de cabeza fuera, a la derecha de Courtois, inquietó ligeramente a los ‘Blues', que tuvieron dos ocasiones de oro, ambas de Willian, para estrenar el electrónico. El mediapunta brasileño se topó hasta dos veces con los palos en dos jugadas prácticamente calcadas, primero en el minuto 33 con un chut a la madera derecha y después en el 41, con un nuevo derechazo desde la frontal, pero esta vez a la madera izquierda. En ambas Ter-Stegen ni se movió.

La tónica se mantuvo en la segunda mitad, y Willian, a la tercera, con una jugada idéntica a las dos anteriores, no perdonó y tuvo recompensa a su gran partido. En el 61, después de saque de esquina en corto, el balón le quedó en el balcón del área al ‘22', que se quitó de encima a Busquets con una gambeta y le pegó perfecto, con rosca, buscando el palo bajo de Ter-Stegen, que sólo pudo recoger el balón del fondo de la portería.
El tanto de Willian dejaba el partido donde lo quería el Chelsea, sabedor de que los de Valverde se irían al ataque en busca del empate. Movió fichas ahí el Txingurri, que quitó al inédito Paulinho y buscó ampliar el campo con Aleix Vidal.

No tardó en llegar el esperado gol de Messi, que a falta de un cuarto de hora para el final puso fin a una espera de más de 12 horas y, después de una recuperación de Iniesta, recogió el esférico en el punto de penalti y de primeras batió a Courtois por su palo derecho.

Conte, satisfecho con el empate, dio airea a su equipo y sacó primero a Morata por Pedro y luego a Drinkwater por Fàbregas. El Barcelona intentó llevarse un botín todavía mayor de Stamford Bridge, pero, contentos ambos con el resultado, el marcador del coliseo londinense no se volvió a modificar y blues y‘blaugranas dejaron todo para la vuelta el próximo 14 de marzo.