Una demostración de determinación y eficacia de Antoine Griezmann y un ejercicio práctico colectivo lanzaron al Atlético de Madrid a una nueva Liga Europa, el sexto título de la era Simeone, evidentemente superior al Marsella, rotundo cuando percibió el primer fallo rival y concluyente después.
Menos quince minutos, con más agitación que ocasiones, la final fue sin matices del conjunto rojiblanco y de su estrella, que domó primero a un contrincante respondón en el comienzo del duelo, con el 0-1 en el minuto 22, y lo sentenció después, en el 48, con dos definiciones incontestables; el enésimo ejemplo de toda su clase.
¿Cuánto vale Griezmann? Desde luego mucho para el Atlético, con el que ya ha marcado 112 goles en cuatro temporadas y al que ha dirigido hasta un nuevo título, el primero europeo para el atacante francés, como el líder de un grupo que comenzó la Liga Europa como el indiscutible favorito y la concluye como un firme campeón.
Ni siquiera el ambiente del Parc OL de Lyon lo puso en duda. Él fue el visitante, con toda la expresión del término, porque casi tres cuartos de las 59.000 localidades eran del Marsella. Tenía el ambiente en contra, infernal por momentos, bengalas incluidas, pero su equipo, hoy por hoy, está por encima en todo de su adversario.
Porque el conjunto rojiblanco es un bloque de 'Champions', por mucho que hubiera quedado eliminado allá por diciembre en la fase de grupos, compitiendo en la Liga Europa con todo lo que eso conlleva, aunque toda dependa de un simple partido, su rival tenga el ímpetu que tuvo el Marsella y el fútbol sea un juego en ocasiones incierto.
El Atlético aceptó la invitación del Marsella, que dejó clara su propuesta desde el primer instante, desde el saque de centro, cuando Payet emuló a un jugador de rugby y pateó directo el balón a fuera de banda para avanzar, darle la pelota y presionarle. Lo sufrió el equipo rojiblanco un rato, atenazado, exigido y hasta desajustado.
Un cuarto de hora nada más, cuando el fútbol directo y trepidante de su oponente se transformó en la ocasión que malgastó nada más empezar el duelo Valere Germain, habilitado frente a Oblak por un fenomenal pase de Payet, o en la volea que conectó Adil Rami, pero hasta ahí duró la agitación que pretendía el conjunto francés.
Quizá porque se serenó y se acomodó el Atlético, pero sobre todo porque la diferencia de calidad quedó demostrada en una simple acción: un pase por el medio del portero Steve Mandanda que no controló Anguissa y que lo presionó y recogió Gabi con la perspectiva libre hacia Griezmann, infalible para marcar el 0-1.
Era el minuto 22, la primera oportunidad del equipo rojiblanco y hasta el primer lapsus del Marsella, pero tal concesión es tan imperdonable como definitiva en una final, más aún contra un conjunto que aprovecha los fallos ajenos como lo hace el Atlético y con un goleador que define como Griezmann, con tanta autoridad.
Porque el fútbol también es un juego de errores. Y ahí Diego Simeone, alejado este miércoles del banquillo y de sus futbolistas por la sanción de la UEFA, es meticuloso, experto y audaz para detectar cuándo y cómo pueden producirse, pero también cuándo y cómo deben aprovecharse, como lo hizo este miércoles frente al Marsella.
Un momento clave, un giro fulminante al partido y un golpe rotundo para el conjunto francés, que encajó el siguiente en forma de lesión, con las lágrimas de Payet cuando pidió el cambio a la media hora, entre el silencio de su propia afición, consciente de que la gesta era aún más complicada sin su capitán sobre el terreno.
La final era del Atlético. No hubo debate en el segundo tiempo con la puesta en escena, pero sobre todo con el 0-2 de Griezmann, tan sutil en la resolución como rápido en la conducción, cuando recogió la perfecta asistencia de Koke, para sentenciar el título en sólo 48 minutos y agrandar la historia europea del club rojiblanco, culminada con el 0-3 de Gabi Fernández en los instantes finales.
14 comentarios
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@Y olé: Otras consideraciones aparte, tu comentario sobre salarios mínimos me parece poco consistente. Sobre todo, si no escribes lo que cuestan, en España y Francia, la comida, vestido y calzado. O simplemente, un café o una cerveza.
Enhorabuena, atléticos! Un título nuevo para España. ... Y forza Liverpool, por las dos Champions que tenían que haber sido vuestras. Ya sabéis quien y como las ganó.
La alegría dura poco en casa del pobre:España salario minimo 750 euros,Francia 1450 euros.
Manumenorca no entiendo que pinta el hijo de marcelo en tu articulo.sera MADRIDITIS?
... esto no es nada, para celebración, el otro artículo de ésta página: "el hijo de Marcelo, de 8 años, desata la locura en el vestuario del Real Madrid"... el que no se consuela, es porque no quiere... (ironía off)
Enhorabuena indios ! Ahora si el R.Madrid gana la final de Champions, servirá para meter miedo en el Mundial.
@sintrabajar: Lo de bombardear es común a todos los clubs del mundo. También al At. de Madrid. Por ejemplo, Griezman no proviene del filial, sino que el club colchonero se lo llevó "bombardeando" a la Real Sociedad. Y a Godín, al Villarreal y así, sucesivamente desde hace muchísimos años.Incluso los canteranos suelen ser fruto de "bombardear" cadetes y juveniles a clubs de menor enjundia.Unos clubs tienen más bombarderos que otros, pero todos "bombardean". Así funciona el fútbol.
Si Griezmann quiere ganar títulos debe irse al Barça.
Y en agosto otra vez SUBCAMPEONES DE LA SUPERCOPA EUROPEA
Ya era hora qur ganase una final ya que las dos ultimaa zaasss.y deciirle aJ que el madrid no tiene ninguna copita d estas porque nunca la ha jugado( europa league ) y NUNCA la jugara!!.