El presidente del club San Martín de Progreso, Daniel Ribero, dijo a Efe que la jornada transcurrió con «mucha incertidumbre» para los vecinos, ya que todavía no hay noticias de Sala, quien dio sus primeros pasos en el pequeño club local y es un «embajador» de Progreso.
«Pasamos de un estado de euforia cuando firmó por el Cardiff City a esta situación totalmente inesperada, estamos tratando de mentalizarnos», indicó Ribero, quien decretó la suspensión de actividades de su equipo.
La avioneta en la que viajaba Sala desapareció en las primeras horas del martes cuando regresaba a Gales tras un viaje a Francia para que el atacante se despidiera de sus excompañeros del Nantes.
La aeronave era propiedad del dueño del Cardiff City y en ella viajaban el futbolista y el piloto.
Ribero definió al delantero de 28 años que hasta ahora militaba en la Ligue 1 como una persona «humilde y de perfil bajo», y recordó cuando el futbolista acudió a Progreso para festejar el centenario del San Martín en 2017 y cuando celebraron un asado juntos durante el pasado Mundial de Rusia.
Sala se inició en el equipo a los 6 años y jugó en él hasta los 15, cuando dio el salto a Europa para jugar en Francia, donde desarrolló toda su carrera hasta la pasada semana, cuando fichó por el Cardiff City, de la Premier League, y se convirtió en el traspaso más caro de su historia, al costar 17 millones de euros.
«En 100 años de historia del club, es el primer deportista de San Martín de Progreso que llega tan lejos», indicó el presidente de la entidad.
La policía de Guernsey, isla cercana al lugar donde se perdió el rastro de la avioneta en la que viajaba el jugador, afirmó que las posibilidades de encontrar con vida a los desaparecidos son «escasas» si cayó al agua.
La policía, a través de redes sociales, comunicó que en el transcurso de quince horas de búsqueda se han encontrado varios objetos flotando en el agua, pero que no han podido confirmar que pertenezcan a la avioneta extraviada.
«Estas son las peores horas, no podemos creer lo que ha sucedido», lamentó Ribero.
Aunque Sala es natural de Cululú, creció con su familia en la cercana Progreso, ciudad agrícola de apenas 2.000 habitantes que se encuentra a 70 kilómetros al norte de la capital de la provincia, Santa Fe.
Centenares de personas acudieron a una cadena de oración organizada de manera espontánea durante la mañana, al conocerse la noticia.
Una vecina del pueblo, Rita Rinaldi, quien fue profesora de Sala en la escuela de la localidad, fue una de las personas que participó en la cadena de oración y comentó que la familia Sala es «muy querida en el pueblo» y que todo el mundo adora al futbolista.
«El chico es un fenómeno», afirmó Rinaldi, quien añadió que están «consternados y llorando» pero que aún no pierden la «esperanza» de que Sala aparezca vivo.
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