Marco Asensio celebra su gol contra el Eibar con Karim Benzema. | Kiko Huesca

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Real Madrid y Liverpool protagonizan esta noche un duelo de gigantes, el que enfrenta a los ganadores de 19 Copas de Europa con una revancha pendiente, la de la final de Kiev que cerró un ciclo blanco de leyenda con Zinedine Zidane, que busca devolver a su equipo a lo más alto con una plantilla de inferior calidad.

Es el reto más difícil de Zidane. Volver a situar al Real Madrid en ligar de privilegio con un equipo carente de grandes referentes ofensivos desde que se marchó Cristiano Ronaldo tras el último precedente ante el Liverpool. Aquella final repleta de vértigo de la Liga de Campeones 2017/18, convirtió al conjunto madridista en el único equipo en ganar tres ediciones consecutivas desde el cambio de formato. Frenó un año la llegada a la cima del Liverpool de Jürgen Klopp, que meses después acabaría logrando su sexto entorchado.

Especialista Zidane en eliminatorias europeas, tras vencer doce de forma consecutiva (nueve cruces y tres finales), el triunfo ante el Atalanta en octavos permitió al Real Madrid superar una ronda de la Liga de Campeones dos años y once meses para volver a estar entre los ocho mejores equipos de Europa. Superada la barrera de octavos en la que se encalló dos años, el Liverpool aparece como gran escollo en su camino, con una hipotética semifinal de menor exigencia, sobre el papel, ante Oporto o Chelsea.

Pero nadie en el Real Madrid mira más allá del Liverpool. Una cita a la que llega en el momento de mayor confianza en una temporada repleta de vaivenes, en la que en más de una ocasión se enterraron sus opciones en Liga y 'Champions', y en el presente ya está a solo tres puntos del liderato liguero y es el único representante español en la competición de clubes de mayor prestigio.

Una racha de once partidos sin perder, el dulce momento de Thibaut Courtois, el rendimiento de Nacho enlazando once titularidades asentado como el sustituto de Sergio Ramos, un centro del campo difícil de igualar por cualquier candidato al título y que es historia formado por Casemiro, Luka Modric y Toni Kroos, el despegue de Marco Asensio y la pegada de récord de Karim Benzema con nueve tantos en sus siete últimos partidos. Son los argumentos para la esperanza madridista en una semana decisiva con clásico de por medio.

Las bajas de Zidane afectan a la línea defensiva y por eso dio un giro táctico con la introducción de tres centrales. De prueba a realidad. Fórmula para protegerse en partidos grandes y suplir las ausencias de Dani Carvajal y Sergio Ramos. Con el físico de Lucas Vázquez y Ferland Mendy por bandas, que se perfila de nuevo en el carril izquierdo pese a la mejoría de Marcelo. Varane, que debía ocupar el centro de la zaga, será baja tras dar positivo de COVID-19.

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Con Fede Valverde recién recuperado de una lesión muscular y la ausencia de Eden Hazard mientras mejora su físico, la duda por despejar en ataque entre Vinicius, Rodrygo y Asensio, apunta a que caerá de lado del español tras responder con carácter a la suplencia. Tres partidos marcando han dado al Real Madrid el gol que le faltaba más allá del que aporta Benzema.

Todo eran malas caras en Liverpool hasta este sábado, pero el triunfo ante el Arsenal por un contundente 0-3 ha levantado los ánimos del equipo. De estar dilapidados en la Premier, sin opciones casi de meterse entre los cuatro primeros, ahora están a tan solo dos puntos. Por extraño que parezca, el triunfo asienta su mejor momento de la temporada. No tanto por el nivel de juego desplegado, que sigue dejando algunas lagunas, sino porque por fin Jürgen Klopp sabe cuál es su equipo titular.

Tras meses devanándose los sesos sobre qué centrales pueden suplir con garantías a Virgil Van Dijk y a Joel Matip, el alemán por fin ha dado con la tecla. Ozan Kabak y Nathaniel Phillips serán los elegidos para comandar la defensa 'Red' este martes. El turco, llegado en el mercado invernal, se ha asentado en el once pese a un debut dubitativo, en el que incluso sus compañeros evitaban darle la pelota.

En los últimos partidos ha recuperado la confianza y al lado de Phillips, poderoso en el juego aéreo, ha provocado que Klopp se dejara de experimentos con jugadores fuera de posición.

Estarán bien flanqueados por Andy Robertson en la izquierda y Trent Alexander-Arnold en la derecha. El escocés es incombustible, mientras que el inglés llega pletórico después de dar una asistencia ante el Arsenal. La fórmula de los dos centrales ha permitido que Fabinho, defensa de urgencias entre octubre y marzo, haya podido volver al centro del campo, aportando solidez y contundencia para que Thiago Alcántara brille de nuevo. Klopp dio minutos a James Milner contra el Arsenal, pero la tercera pieza de ese medio será el holandés Giorginio Wijnaldum.

Arriba habrá dos indiscutibles como Mohamed Salah (18 goles en la Premier) y Sadio Mané, y el tercero en discordia es la gran duda de Klopp. Roberto Firmino es su mejor socio, el que mejor combina de ellos, pero sale de una lesión y no estuvo especialmente brillante en el último partido. La otra posibilidad es Diogo Jota, el as bajo la manga de Klopp.

Lesionado buena parte de la campaña, ha sido de lo más positivo del Liverpool este año y su fortaleza como revulsivo es una garantía. Hizo tres goles en la ventana internacional con Portugal y dos contra el Arsenal. Su papel puede ser fundamental para el devenir de la eliminatoria.