El joven Álex, junto al escudo del club.

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El deporte puede con todo. El último ejemplo lo protagoniza el joven Álex, que a sus 20 años ha derribado a balonazos la pared que tenía delante. Apasionado del balompié, puede afirmar orgulloso que en esta última temporada ha cumplido el sueño de su vida y que ha hecho realidad un deseo que por momentos parecía inalcanzable: jugar a fútbol federado.

Pese a padecer una hemiparesia en el costado derecho de su cuerpo que le acredita su certificado de discapacidad física, la Federació de Futbol de les Illes Baleares (FFIB) autorizó una ficha federativa excepcional para su caso que le ha permitido competir durante los últimos meses con el infantil del Artà y derrochar ilusión en cada uno de los campos que pisaba.

Álex lo tenía todo en contra para disfrutar de la misma forma que lo hacen miles de jóvenes cada fin de semana. La hemipareisa es una condición neurológica que dificulta el movimiento de una mitad del cuerpo —sin llegar a la parálisis, por lo que es un grado menor que la hemiplejia, que sería la parálisis total— y afecta a uno de cada mil niños nacidos. En su caso, había superado ya la edad reglamentaria para jugar en infantil de Fútbol-7 y tampoco podía hacerlo en igualdad de condiciones frente a jugadores de su quinta.

Una circunstancia que obligó a la FFIB a intervenir para desbloquear la situación y darle alas al sueño de Álex de seguir disfrutando del fútbol desde dentro, en plena competición. Y así lo hizo. Concretamente, el ente que preside Miquel Bestard encontró una solución a través de su Comité de Ética, en una maniobra enmarcada dentro de ese Plan Estratégico que ha impulsado para fomentar su vertiente social. Gracias a esa luz verde que le permitió tramitar una ficha adecuada a su situación y a la predisposición del Artà, Álex acabó cumpliendo su deseo en Ses Pesqueres mientras abría una nueva vía en la que el fútbol y la integración, como siempre, seguirán yendo de la mano.